jueves, 30 de octubre de 2014

El esperpento del mercado de A Pedra

Artículo de opinión. 
Publicado en Economía Digital el 30 de octubre de 2014

España entera está en manos de la policía y los jueces. Grandes casos de corrupción y de pequeñas corruptelas, decenas de casos de nepotismo, cohecho, tráfico de influencias, prevaricaciones y demás tipos delictivos forman parte de las noticias de las mañanas de cada día, de todos los días. Algunos de ellos inexplicables o, mejor dicho, extravagantes, por raros, extraños, desacostumbrados o excesivamente peculiares. Es el caso del mercado de A Pedra, en Vigo, un recinto público, de propiedad municipal, que lleva decenas de años convertido en un mercado de falsificaciones de productos electrónicos y textiles. Un mercado "famoso", conocido por todas las agencias de propiedad intelectual y las embajadas de los países en que están residenciados los fabricantes de las marcas falsificadas, especialmente Estados Unidos, quien lo ha incluido en la lista de los mercados negros más importantes del mundo. Y que a pesar de una larga trayectoria de registros, detenciones y decomisos, continua operando igual desde hace muchos años.

Llama la atención, en primer lugar, el escaso ímpetu con que realizan su trabajo las Asesorías Jurídicas de las empresas fabricantes cuyas marcas falsifican. El envío de cartas a los representantes de las Administraciones Públicas, o los escritos presentados ante las oficinas de Propiedad Industrial, no parece que se hayan manifestado como medidas eficaces. Sí lo son las denuncias en los juzgados, una y otra vez, ante la vulneración de toda la legislación referente a la propiedad industrial.

En segundo lugar, es desconcertante el papel que desempeñan, por acción y omisión, el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia. Hay que recordar que el mercado es propiedad del Concello, quien lo mantiene, cobra por los espacios de los placeros y tiene la responsabilidad de exigir que todas las transacciones comerciales que se realizan dentro de él lo hagan cumpliendo la legislación vigente. El caso es que no sólo no lo hace, sino que desde su departamento de turismo durante mucho tiempo se ha "publicitado" este mercado como un auténtico reclamo para la ciudad de Vigo. Y todo esto con el conocimiento y consentimiento de la Consellería de Economía e Industria de la Xunta, departamento encargado de velar por que el comercio se desarrolle dentro de los márgenes de las prácticas legales y de respeto a la libre competencia vigentes.

Pero igualmente son llamativas las posiciones que han mantenido las asociaciones de comerciantes y consumidores. Todas son conocedoras de que el mercado de A Pedra formaba parte del ránking de los mercados negros españoles, como lo vienen reflejando reiteradamente entidades como la Asociación Española para la Defensa de la Marca, ProMarca, y otras.

El caso es conocido. El mercado es municipal (una de las administraciones del Estado) y contraviene un conjunto importante de leyes que protegen a las Marcas, la Propiedad Industrial, la Competencia y las prácticas fijadas en el Código de Comercio. Se utiliza, además, como importante reclamo turístico de Vigo. Y afecta directamente a todos los comerciantes que tratan de sobrevivir con sus negocios cumpliendo estrictamente la legislación.

Vigo merece más respeto por parte de sus administradores políticos. Es una ciudad emblemática dentro de Galicia, de todo el noroeste español y también para el norte de Portugal. Tiene enormes posibilidades turísticas y valores culturales, gastronómicos, paisajísticos y comerciales que ofrecer a sus vecinos y visitantes. No es precisamente el comercio ilegal su mejor carta de presentación ni la mejor tarjeta de visita que puede ofrecer. Ni siquiera en momentos como el actual, en el que desayunamos con corrupciones e ilegalidades un día sí y otro también.

martes, 28 de octubre de 2014

Espionaje de chiste

De guarisnais.
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 26 de octubre de 2014.

Si no fuera por la seriedad del asunto, podría compararse el Centro Nacional de Inteligencia con la agencia T.I.A. de Mortadelo y Filemón, o con el elegante Anacleto, agente secreto. Me refiero a los más altos servicios de espionaje e inteligencia españoles, al CNI, sustituto del Centro Superior de Información de la Defensa desde el 2002, dependiente ahora de la vicepresidenta "para todo" Sáez de Santamaría. El CNI español está regulado en la Ley 11/2002 de 6 de mayo y cuenta con autonomía funcional, personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar, como lo hacen todos los organismos homólogos en las sociedades occidentales. Coloquialmente podríamos definirlo como la forma que el Gobierno tiene de obtener información no alcanzable por otros organismos y de transformar la información en inteligencia. Esto último lo repiten mucho en su página web, se ve que les gusta. Pero claro, la cosa estaría muy bien si no conociésemos su trayectoria poco ejemplarizante que se puede resumir en titulares como: "El nepotismo corroe el CNI" "Hijos, nietos o sobrinos de espías copan el 75% del centro" o "Apenas hay un 10% de agentes de campo", y multitud de informaciones que lo describen como un centro cargado de personal en servicios burocráticos, con muy pocos agentes capaces de desempeñar sobre el terreno las funciones que tienen asignadas. La "coladera" en las contrataciones parece que fue lo habitual en los últimos tiempos: 

-Oigame Fernández, ese primo suyo que me recomendó el mes pasado no sabe espiar.

-Bueno, pero hace las fotocopias maravillosamente, y además es muy calladito.

-Acabáramos. Siendo así que se dedique a descargar de internet algunos planos de  las fragatas F-110 y los guarde en sitio seguro.

-Pues muchas gracias, ya se lo guasapeo ahora mismo. Verá usted que buen servicio le va a hacer a la inteligencia española.

La cosa no queda aquí, y estos días asistimos estupefactos al espectáculo del pequeño Francisco Nicolás haciéndose pasar, entre otras cosas, también por miembro de los Servicios de Inteligencia. El muchacho habrá pensado que si de los 3.500 integrantes de la plantilla la mayoría no se sabe ni como entraron ni lo que hacen, pues uno más ni se iba a notar. Y tan pancho. Aunque no todo son "coladeras". En nuestra ciudad los eficientes espías han detectado unos casos de empleados de Navantia que no eran merecedores de la "habilitación de seguridad", aunque presentaran una hoja de servicios inmaculada durante más de 30 años y no tuviesen apercibimiento previo acerca de ninguna conducta que fuese reprochable. Pero ya saben, alguien tenía que notar que el CNI está ahí para algo y que realiza un espionaje de mayor nivel que el de Anacleto, agente secreto.

domingo, 19 de octubre de 2014

Las obras y la campaña electoral

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia edición Ferrol el 19 de octubre de 2014

Estamos al final de una legislatura. Ya se atisban las elecciones municipales. ¿Se habían dado cuenta? Vaya pregunta más "sinxeito" que acabo de hacer. Es como si se le pregunta a un consejero de Bankia si no sabía que hay que pagar impuestos o a una ministra de Sanidad de qué va eso de la salud pública. Con esto de las elecciones municipales sucede lo mismo, con la particularidad de que no hace falta mirar el calendario, ni que te lo cuente el compañero de dominó. Con abrir una ventana o bajar a cualquier calle ya se puede comprobar como han salido de desaforadas las contratas y los empleados municipales a levantar adoquines, enterrar tuberías, pintar bordillos, cortar el tráfico y armar un guirigay de no te menees, hasta el punto de que (dicen por ahí) el propio alcalde tuvo que frenar los ímpetus de última hora y tratar de poner un poco de orden. Vamos, aplicar aquello tan poco ferrolano de la planificación y la coordinación de los trabajos. Aunque por lo visto hasta ahora, con poco éxito.

Déjenme que les cuente. Yo mantengo dos teorías -no contrastadas- en esto de las obras en Ferrol. La primera es que en el caso de alcaldes primerizos, de primera legislatura, se genera automáticamente una aceleración de las obras al final de su primer mandato. Este es el caso. La segunda es que dado que los resultados electorales en Ferrol nunca han permitido gobiernos de larga duración, la consecuencia es que se resiente la planificación y la ejecución de las obras, sencillamente porque lo primero que hace todo gobernante municipal es rechazar los proyectos de sus predecesores, antes de averiguar si son buenos o malos. Lo pensó el gobierno anterior, no vale.

Así nos encontramos al final de otra legislatura con la Plaza de España sin rematar, Ferrol Vello y A Magdalena cada vez con más achaques, la Plaza de Armas hecha una pena, el saneamiento de la ría con años de retraso y lo que todavía queda, la movilidad y el aparcamiento en las zonas centro sin resolver (es la única de las siete ciudades grandes que todavía le está dando vueltas a la ORA, ORE o como lo quieran llamar), la candidatura a Patrimonio de la Humanidad "dando tumbos", los planes de apoyo al comercio tradicional y los mercados con un desarrollo tímido, insuficiente. Pero ya se sabe. De nada de esto se han hecho responsables los gobiernos locales. ¿Por qué? Vaya otra preguntita. Porque siempre han tenido un chivo expiatorio. La culpa de que todo esto vaya mal es de Carlos III, el Marqués de la Ensenada y los ingenieros de la Ilustración. Han hecho un Ferrol diferente, singular, con un trazado urbano imposible de mantener cuidado y han dedicado la ciudad a construir barcos. ¡Qué falta de perspectiva!

jueves, 16 de octubre de 2014

El gran potencial de la Ribeira Sacra

Artículo de Opinión
Publicado en Economía Digital el 16 de octubre de 2014

El Plan de Turismo español “Horizonte 2020” apuesta por potenciar la innovación, la identidad, la singularidad del producto y la sostenibilidad, preferentemente en productos que integren naturaleza, cultura y patrimonio. Por su parte el Plan Estratéxico de la Xunta de Galicia 2010-2014, actualmente en revisión y actualización, tiene como objetivo global: “el crecimiento sostenible y la creación de empleo, aumentando la cohesión social y el equilibrio territorial”. El “producto Ribeira Sacra”, en mi opinión, cumple todas estas características y algunas más.

La Ribeira Sacra ocupa un territorio de más de 2.500 hectáreas repartidas en 19 ayuntamientos de las provincias de Lugo y Ourense, la mayoría situados en las laderas de los ríos Miño y Sil. Su población actual es de 64.000 habitantes,  un 35% de ellos en el grupo de edad mayor de 65 años (10 puntos más que la media de Galicia, siendo ésta ya de las más altas de Europa), lo que está poniendo en peligro el relevo generacional en su tejido productivo. Es de destacar que ha perdido más de un 30% de su población desde finales de los años 80, en que llegó a tener cerca de 100.000 habitantes. Casi la mitad de su territorio, unas 1.200 hectáreas, están incluidas en la Denominación de Origen vinícola Ribeira Sacra, bajo el control de su Consello Regulador, siendo el cultivo de la vid y la elaboración del vino, ya desde épocas romanas, el motor económico y cultural de toda la zona. Este cultivo fue revitalizado a partir del siglo X por los monasterios que se suceden por los márgenes de los ríos, dando lugar a su nombre actual como derivación del de Rivoira Sacrata.

En el año 1996 se inscribió la candidatura de la Ribeira Sacra en la lista de aspirantes a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En su inventario de bienes destacables se catalogaron en la zona 16 pazos, 25 torres, 105 casas grandes, 5 puentes, 121 capillas, 60 casas rectorales, 203 iglesias, 10 ermitas, 5 prioratos, 3 santuarios y 7 monasterios, además de otros componentes propios de la arquitectura tradicional. Desde ese momento la candidatura ha estado “dando tumbos” en función del mayor o menor respaldo institucional, siendo tal vez lo más relevante en todos estos años el trabajo y desarrollo local que han propiciado la sociedad civil, empresarial y los Concellos de forma aislada. Ejemplo de ello son iniciativas como el Centro de Interpretación del Vino Ribeira Sacra, en Monforte de Lemos, la mejora y modernización de muchas de sus 96 bodegas, el trabajo ingente de los bodegueros y viticultores que han conseguido situar algunos de sus vinos por encima de los 90 puntos Parker y, cómo no, llevar por segundo año consecutivo el mencía Pazo do Rei al paladar de Barak Obama para brindar en la gala anual de la Hispanidad de Estados Unidos. La otra cara de la moneda es que, a pesar de todos los esfuerzos individuales realizados sólo se ha conseguido exportar el 2% de la producción, cuando otras zonas como Rias Baixas lo hacen ya en un 30%.

La Ribeira Sacra está incluida en el grupo exclusivo de media docena de regiones en todo el mundo calificadas como de “viticultura heroica”. El trabajo en las viñas se realiza de forma manual, la mayor parte en los bancales construidos en época romana situados en las laderas de los ríos con pendientes de más del 30%, alcanzando muchas de ellas desniveles de más del 70%. Toda la zona, además, fue propicia a lo largo de su historia (y es todavía factible su recuperación) para muchos cultivos que ahora se englobarían en la agricultura ecológica. A la vid se añadieron el olivo, los cereales, productos de la huerta, cultivo del lino, miel, además de la ganadería de la zona, la explotación forestal y la artesanía asociada con dos denominaciones propias: cerámicas de Gundivós y de Niñodaguía. Y todo esto enmarcado en un entorno de excepcional valor medioambiental y paisajístico, configurado recientemente como un geodestino turístico con alto potencial para su comercialización.

En el momento presente renace el interés de las Administraciones locales, apoyadas por las Diputaciones de Lugo y Ourense, para darle un nuevo impulso a la Candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco. He comprobado en sus datos publicados que cuentan ya con más de 40.000 firmas, lo que supone un buen respaldo ciudadano. Sin embargo continúa echándose de menos el apoyo de instancias más altas de la Administración autonómica y estatal. Sus responsables políticos, si revisasen lo escrito en sus correspondientes Planes Estratégicos, verían que los cumplirían ampliamente apoyando a la Ribeira Sacra. 

Apostar por la Ribeira Sacra significa apostar por el empleo, por cambiar una tendencia demográfica catastrófica en Galicia, por el turismo de interior, por el apoyo a la innovación tecnológica en la agricultura, por el uso de energías renovables en las bodegas, por el desarrollo de las pymes, por el cultivo y la comercialización de productos ecológicos, por la denominación de Galicia Calidade. Apostar por la Ribeira Sacra es hacerlo también por la protección del patrimonio en la ruta del románico más importante del mundo, por potenciar el Camiño do Inverno a Santiago de Compostela (el único que pasa por las cuatro provincias gallegas), por mantener la viticultura heroica, y por los grandes valores que a la dieta atlántica aporta la uva mencía, así como por contribuir a incrementar su potencial para la exportación. Apostar por la Ribeira Sacra es apostar por el medioambiente, el paisajismo, la arquitectura y cultura tradicional, por recuperar la población perdida en la zona y luchar contra los desequilibrios territoriales.  En definitiva apostar por la Ribeira Sacra es hacerlo por potenciar una buena parte de los ejes estratégicos y socioeconómicos en los que puede y debe competir Galicia. ¿A qué están esperando los altos representantes políticos para apoyar y ejecutar todo aquello que aporta un alto valor sostenible para los ciudadanos que los han elegido? ¿Han firmado ya la candidatura? ¿Están redactando un Plan Especial Ribeira Sacra para desarrollar todas las potencialidades que tiene esta zona tan singular? En cualquier lugar del mundo se sentirían afortunados por tener una Ribeira Sacra como la gallega. Yo, que soy gallego pero no soy de la zona, también. 

lunes, 13 de octubre de 2014

El alma del Hospicio


De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 12 de octubre de 2014

Ferrol conserva muchos edificios y rincones que le ayudan a mantener viva su alma colectiva. No lo hacen de forma aislada, ni siquiera como piezas del urbanismo que le da forma. Lo hacen sumándose a "todo lo demás" del ser ferrolano, el idioma, el arroz con leche, el cantar en los bares, el Racing y los pavos reales del parque. Los edificios nos ayudan a recordar, a asentar tradiciones y a reconocer nuestro propio paisaje urbano. Por eso aunque se hayan actualizado y tengan ahora otra función los ciudadanos valoramos que sus fachadas sean reconocibles, y si nos hacen "guiños" de lo que fueron en su interior pues todavía mejor. Conservamos buenos ejemplos en el campus de Esteiro, una vez transformados los principales pabellones del antiguo hospital de Marina en un excelente campus universitario. Y el Banco de España, ahora biblioteca, el Gobierno Civil como centro cultural de una entidad bancaria, o el hospital de Caridad, ahora contenedor cultural municipal. Es gratificante ver operativos los edificios de la Autoridad Portuaria, Correos, el Teatro Jofre, el Ateneo, el Parador de Turismo, el hotel Suizo y Capitanía y, por supuesto, todos los incluidos en el Arsenal y los Castillos, inherentes a Ferrol desde hace varios siglos. Más recientes, de principios del siglo XX, son los edificios modernistas firmados por Ucha, desde los más reconocibles como la casa Antón, la casa Romero, la Pescadería o el Casino, hasta sus construcciones más racionalistas como el pabellón de oficiales hoy convertido en la Facultad de Enfermería en Esteiro.

El recorrido no es exhaustivo y me lleva hasta otro edificio emblemático: el antiguo Hospicio. Las imágenes del interior de la parte ya rehabilitada, publicadas por este periódico hace unos días, han reconfortado mi ferrolanidad, especialmente por los detalles que recuerdan a todas las personas que han vivido allí. Ha sido también un gran acierto recuperar su fachada limpia, blanca, "de siempre". Pero ahora, para la segunda fase -la que asoma a la plaza de Amboage- se ha presentado una propuesta, un estudio de detalle que "rompe" todos los moldes reconocibles en un afán de superar el pasado, como de querer enseñar unas nuevas tendencias, una arquitectura moderna que no se había visto hasta ahora en la ciudad. ¿La han visto ustedes? ¿Y no se han quedado perplejos? Seguro que les parece, como a mí, una propuesta que lejos de aportar nada ni al edificio ni a la plaza supondría un nuevo paso atrás, a aquella mentalidad de los años 60 en la que había que tirar lo viejo y acabar con el pasado, a toda costa. El alma del Hospicio, de la plaza de Amboage, de la mejor de las tradiciones reconocibles de Ferrol, merecen más respeto. Es lo que nos queda.

lunes, 6 de octubre de 2014

Gentes de trato




El profesor Alvin Roth, premio Nobel de Economía en 2012, declaraba en el marco de un foro de 18 premios Nobel en el que buscaban respuestas para la economía mundial:  "Si una misión extraterrestre viniese a la Tierra a estudiar a los humanos su primera conclusión sería que no paramos de hablar y que siempre estamos haciendo tratos: compramos, vendemos, prestamos, planificamos, nos reunimos....Todo el tiempo hacemos transacciones" Pues eso. Que somos gentes de trato.

domingo, 5 de octubre de 2014

Menos concellos y más eficientes

 
De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 5 de octubre de 2014

La Xunta de Galicia ha aparcado la fusión de concellos. El presidente Feijoo califica como "excesivo" que Galicia tenga 315 ayuntamientos, las dos terceras partes con menos de 5.000 habitantes, mientras el vicepresidente Rueda declaró: "temos máis concellos dos que nos podemos permitir". Así de claro. Aunque la única novedad en esta afirmación es que la comparten la mayoría de los partidos políticos, los demógrafos, sociólogos y economistas y la repiten en todos los foros que sobre la materia hay en Galicia. Recuerden ustedes que, en el caso del partido en el Gobierno (en los gobiernos) empezó la legislatura tratando de fusionar concellos a "todo filispín" (valga la redundancia y la ferrolanada) hasta que se topó de bruces con diferentes dictámenes de los sabios constitucionalistas que le recordaron el título VIII de la carta magna, artículos 140, 141 y 142 referentes a la protección y la regulación de la Administración Local. Y ahí llegó el frenazo, casi "en seco", con el único y tímido encargo al presidente de la Diputación coruñesa de que fusionara "voluntariamente" a los concellos de Oza de los Ríos y Cesuras para que sirviera como ejemplo y guía de lo que tendrían que hacer otros muchos; acto seguido pidieron que levantaran la mano todos aquellos ayuntamientos que voluntariamente se quisiesen fusionar. Ya se imaginan ustedes el escenario y ya saben el resultado.

El caso es que el problema de fondo subsiste. El adelgazamiento de la Administración General del Estado pasa por hacer que las corporaciones locales cumplan con las funciones que la ley les atribuye y se financien fundamentalmente con los tributos propios, además de recibir las ayudas del Estado que les correspondan. Y eso será insostenible en concellos con muy pocos habitantes que tributen. En la comarca de Ferrolterra solo Ferrol y Narón (acaba de alcanzar los 40.000) tienen un cierto tamaño. Del resto solo supera los 10.000 el concello de Fene, están un poco por encima de 5.000 los de Ares, Mugardos, Neda, Valdoviño, y Cedeira, y son todavía más pequeños los de San Saturnino, Moeche y Somozas. La Comarca del Eume (Pontedeume, Cabañas, A Capela, Monfero y As Pontes) suma en su conjunto menos de 30.000 habitantes. y la de Ortegal (Ortigueira, Cariño, Cerdido y Mañón) no llega a los 15.000.

Y miren ahora a nuestro entorno. Han hecho ya reformas, fusionando y suprimiendo ayuntamientos países como Suecia, Islandia, Grecia, Italia y ahora las anunciaron también en Francia, en la mayoría de los casos no manteniendo corporaciones con menos de 10.000 habitantes. ¿Qué creen ustedes que sucederá en un futuro próximo en nuestro país? ¿Y en nuestros concellos?

miércoles, 1 de octubre de 2014

Se llama cortar por lo sano, señor Pujol

Artículo de opinión.
Publicado en Economia Digital el 1 de octubre de 2014

Se ha metido en un jardín del que ya no podrá salir. Probablemente empujado por la dichosa UDEF, o tal vez aconsejado por sus abogados inculpándose de un delito pequeño (una herencia de nada) a ver si con eso era suficiente para silenciar los mayores, propios y del resto de la familia. Y en ese jardín nos dice, señor Pujol, que se ha encontrado –tal vez casualmente- con el árbol de la corrupción, ese al que no se le puede cortar una rama podrida, corrupta, porque con ella se caería todo el árbol. Les dice además a los políticos de nueva ola del Parlament, poco duchos ellos en esto de la silvicultura, que la culpa sería toda suya, por mezclarlo todo, enmarañar las cosas y organizar un totum revolutum que no le deja vivir tranquilo.

A ver, ex molt honorable, sabe usted que esta técnica de no podar la rama corrupta no es correcta. Ha quedado usted fatal, y da pie a pensar en una de estas dos alternativas. O es usted conocedor de que, efectivamente todo el árbol esta corrupto, podrido, y no tiene remedio, en cuyo caso estarían dañadas otras muchas ramas con múltiples casos de corrupción, y además el tronco de las instituciones y las propias raíces del Estado, incluida la Generalitat, o no ha escuchado en su vida a un solo payés ni ciudadano de Cataluña que le podría explicar que sí, que el árbol tiene futuro y no caerá cuando se le poden todas las ramas de la corrupción, de las tramas mafiosas, de las comisiones, de la impunidad, de la ingeniería financiera armada por todos los paraísos fiscales conocidos para escapar del fisco español.

Si hubiera escuchado sabría que la técnica para podar la rama corrupta se llama “cortar por lo sano”, por la madera nueva haciendo un corte limpio y recto. Tendría además que preocuparse de sellar el corte con una pasta cicatrizante, lo que en su lenguaje político sería tomar todas las medidas legales y precauciones  posibles para que la podredumbre no volviese a aparecer. Y aun así, señor Pujol, no sería suficiente. Usted como el líder que dice que es, el que se ha ocupado de hacer país y de sacar adelante el jardín de Cataluña, tendría que ocuparse de podar las otras ramas defectuosas, secas y desviadas,  comprobar que el tronco y las raíces estuviesen en perfecto estado haciendo, si fuese preciso, un alcorque lleno de auditorías, de interventores y de controles, desde donde el árbol pudiese recibir el agua y los nutrientes necesarios para tener un buen desarrollo.

Nada de esto ha hecho. Treinta años no son nada en la vida de un árbol. Sí lo han sido para su árbol, para su proyecto, para la estructura de su país al que ahora dice que no hay que tocarle, que sería una gran irresponsabilidad porque él solo se podrá regenerar. Y no es verdad. Se necesita una buena poda regenerativa en Cataluña, y también en buena parte del jardín español. Pero usted, señor Pujol, difícilmente podrá encontrar el modo de regenerar su legado, su trabajo, su Fundación, su ascendencia sobre los catalanes. Tal vez con la única excepción de unos cuantos aprendices de jardinero de su partido que hace unos días, en la sede del Parlament, han buscado todos los eufemismos y circunloquios de que han sido capaces para tratar de explicar lo inexplicable. No fue suficiente.