martes, 30 de diciembre de 2014

Dos formas de comunicar: el Rey y Rajoy

Cuadrante de reflexión
Publicado en Economía Digital el 30 de diciembre de 2014

Es momento de balances. Felipe VI heredó de su padre la tradición del discurso de Nochebuena en un estado constitucionalmente aconfesional. Sobre las cuestiones de fondo de su mensaje hubo cierta unanimidad en su valoración. La mayoría de partidos políticos y medios de comunicación lo calificaron como valiente, posibilista y bien orientado sobre el diagnóstico de los problemas más importantes que tiene España en estos momentos: corrupción, la necesaria regeneración democrática, el desempleo y la integridad territorial. ¿Cabe esperar algo más del nuevo monarca? ¿Le corresponde a él proponer soluciones o únicamente debe ceñirse al papel que le otorga la carta magna? En cualquier caso, su discurso fue seguido por el 73% de los televidentes en esa franja horaria, sumadas todas las cuotas de pantalla de las diferentes cadenas. Es, tal vez, el mismo porcentaje (70%) que indican las diferentes encuestas que valoran, a día de hoy, su aceptación y popularidad, solo superada por el papa Francisco.

A Felipe VI se le ha visto con soltura ante las cámaras. Era su primera gran reválida, la de los primeros 6 meses y su primer balance anual, y el Rey quiso demostrar (y demostrarse) que era capaz de trasladar una nueva forma de comunicar. Se mostró seguro, firme, convencido de lo que decía, con confianza en sí mismo y tratando de trasladar parte de esa confianza a los televidentes. Nada que reprochar en su actitud y disposición a la hora de enfrentarse a las cámaras. Sin embargo, cometió el error de rebuscar el escenario, su teatro de operaciones. El sofá vacío que tanto juego está dando en las redes sociales, (ocupado por los Simpson, el pequeño Nicolás o el empresario Arturo Fernández) hizo el efecto contrario al buscado. El efecto "silla vacía", que traslada soledad en la ejecución de su tarea e incluso, en determinados planos, actuó como una barrera entre el espectador y él, sentado en la silla al fondo de la sala. Tal vez ha pagado una cierta novatada creando artificialmente una sala de estar, cuando lo más fácil, sencillo y sincero hubiera sido elegir un rincón amable, no hecho a medida.

El estilo contrario, si se puede calificar así, es el que exhibe una y otra vez el presidente Rajoy. Es tremendo el esfuerzo que le supone enfrentarse a unas cámaras, a la prensa. Transmite recelo e incomodidad ya en el modo de acercarse al atril, sin mirar de frente, con una cara poco amable, de trámite. Sus gestos, sus tics, su lenguaje corporal, denotan su auténtico estado de ánimo: estoy aquí por que no me queda más remedio, lo tengo que hacer, espero que pase pronto. Mariano Rajoy y los líderes del partido popular saben como está su popularidad, su bajísimo nivel de aceptación y simpatía. Dicen que tienen la receta para darle la vuelta y no es otra que mejorar la comunicación. La señora de Cospedal cree que deben "explicar mejor lo hecho hasta ahora" y el presidente Feijoo reconoce que "deberamos ter falado máis". Seguramente a lo largo del año electoral 2015 les veremos a ellos y otros miembros de los diferentes gobiernos tratando de hacer la labor pedagógica y comunicacional que el presidente Rajoy es incapaz de hacer. 

Uno de estos comunicadores será Rafael Hernando, nuevo portavoz del grupo parlamentario. Son las cosas de Rajoy. Nombrar portavoz a un diputado que pasará a la historia por la frase más insultante, injusta, antidemocrática e inhumana que se le podía ocurrir, acerca de la dedicación de los familiares de las víctimas franquistas que buscan sus restos para darles sepultura "tal vez porque hay ayudas económicas para hacerlo". En un estado decente, más serio y menos permisivo ante la impunidad que el nuestro, un diputado no se atrevería a hacer semejantes afirmaciones. Y, si las hace, debería ser cesado inmediatamente e inhabilitado para cobrar un sueldo público, pagado con los impuestos de todos los españoles incluidos los familiares de los represaliados por un régimen alzado por un golpe militar.

Huir de la prensa, insultar al contrario, no ser transparente, confiar en la aceptación de la ciudadanía a los resultados de la gestión de gobierno, forman parte de un estilo que se traduce (consciente o inconscientemente) en una forma de comunicar: "confíen en mí y en mi equipo, sabemos lo que hacemos". La situación actual (y las nuevas generaciones de votantes) exige otra, basada en dos axiomas muy sencillos: hacer lo que se dice, con claridad y transparencia, y decir lo que se hace, comunicándolo más y mejor. El Rey parece que entendió el mensaje y lo hizo suyo. Rajoy, aunque lo entendiese, sería incapaz de cambiar su estilo. 

domingo, 28 de diciembre de 2014

El 2015 tiene que ser mejor

De guarisnais.
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 28 de diciembre de 2014

El economista Venancio Salcines, presidente de la Escuela de Finanzas, escribió un  artículo en el suplemento Mercados de este periódico en el que pronosticó cual va a ser el desarrollo de Galicia para 2015. Mencionó a algunas de las mayores empresas gallegas o instaladas en Galicia, y analizó los sectores productivos más importantes. Cuando llegó al principal activo del sector naval, Navantia, hizo su diagnóstico: "sólo puede mejorar". 

Yo creo que a Ferrol le sucede lo mismo, sólo puede mejorar. Verán ustedes, probablemente hoy, día de los Inocentes, sea el peor de todo el año para que tomando unos guarisnais navideños traiga al papel el recuerdo de Ferrol como una ciudad adelantada. Es verdad que lo fue en su época de mayor esplendor, como lo recogen los historiadores. Cuando se construyó el barrio de la Magdalena Ferrol contaba con una escuela de latinidad, un convento e iglesia parroquial, dos hospitales (de Marina y Caridad), varias fuentes monumentales de agua corriente, un magnífico cuartel para alojar a los soldados, un teatro de óperas y comedias, una aduana, varias capillas de tipo privado, un matadero con secadero de pieles, una cárcel pública sólida y bien ubicada que tenía en su interior salones decorosos para la sala de Justicia e incluso la propia Casa Consistorial. Además de una red de desagües, el primer cementerio público de carácter parroquial (probablemente de España) y la primera alameda pública de Galicia. Todo lo cual le confirió un carácter de ciudad culta, preocupada por el bienestar de sus habitantes, por la sanidad de alimentos, calles y viviendas, así como por el desarrollo justo del comercio, las artes y los oficios.

La historia nos enseña que los siglos siguientes han tenido momentos de penurias y de crecimientos, hasta llegar al momento actual. No se reconoce en Ferrol la preocupación por parte de los poderes públicos sobre su industria y comercio, ni sobre el bienestar de sus vecinos. Tampoco se reconocen ya algunos de los espacios trazados en el siglo XVIII, como la mal cuidada Alameda y los Cantones. Ahora es una ciudad inmersa en una profunda crisis económica, comercial, industrial, social y política, caracterizada por la falta de iniciativas eficaces desarrolladas por las administraciones local, autonómica y estatal, todas ellas con intereses y propiedades en una ciudad con marcado protagonismo del sector público. Con una consecuencia directa: en la pasada legislatura la población se situó por debajo de los setenta y cinco mil habitantes; en ésta, con la tendencia actual, estará cercana a descender de los setenta mil. Sus vecinos se van. Porque Ferrol está tan mal que sólo puede mejorar. Deséenlo conmigo. Lo mejor para 2015.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Ayuntar, juntar, unir

De guarisnais. 
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 21 de diciembre de 2014

En la encuesta de Sondaxe publicada en estas páginas el 7 de diciembre se presentaron unas conclusiones claras: el 74% de los ferrolanos y el 47,6% de los naroneses, están a favor de una fusión entre ambos municipios. Este es el resultado actual sobre un debate ya viejo que, de vez en cuando, se convierte en motivo de disputa política. Concretamente cada cuatro años en que los ciudadanos somos llamados a las urnas y los aspirantes a representantes municipales comienzan con la retahíla de promesas, de contratos con el pueblo, de venta de razones para conseguir votos que les permitan tomar decisiones encaminadas a solucionar los problemas de todos. Eso es lo que nos tratan de vender.

Dentro del argumentario político está la necesaria unidad entre concellos y, más ampliamente, la reforma de las Administraciones y el adelgazamiento del tamaño del Estado, del que los ayuntamientos y diputaciones forman una parte muy importante. Esto es lo que se dice: Galicia no puede mantener 315 municipios con una población de poco más de 2,7 millones de habitantes que, desgraciadamente, decrece. Se necesitan entes supramunicipales del tipo consorcios, mancomunidades o áreas metropolitanas que compartan servicios y abaraten costes, al mismo tiempo que se debe potenciar la fusión entre municipios. En esas estamos. Lo que sucede es que, a punto de finalizar otra legislatura, los avances han sido nulos, salvo la anécdota de la fusión Oza-Cesuras por imperativo partidista. Sin embargo, los avances en el modo de pensar y en la predisposición favorable de los vecinos hacia las fusiones sí han sido notables, como puso de manifiesto Sondaxe.

La ciencia la debería aportar un grupo de trabajo que, en un plazo breve de tiempo, presentase conclusiones acerca de las ventajas e inconvenientes de tener menos municipios y más grandes, o la constitución de grandes áreas metropolitanas. Expertos juristas, geógrafos, sociólogos, politólogos, economistas, representantes de la universidad, de los empresarios y las fuerzas sociales, expertos en movilidad y sostenibilidad, historiadores y demás disciplinas interesadas, deberían ser convocados a estudiar todas y cada una de las variables que resultarían de las fusiones o acuerdos supramunicipales. La que está en boca de todos, entre Ferrol y Narón. Pero también otras posibles, como la transformación de la Mancomunidad de Concellos de Ferrolterra en una entidad mucho más potente y con más funciones que las actuales. Y por qué no, el escenario que contemple la creación de la gran Ciudad de las Rías, una gran área metropolitana que incluiría a todo el golfo Ártabro con una población de más de ochocientos mil habitantes. Y es que será necesario "ayuntarse", unirse, sí o sí.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Crecimiento pequeño y desigual

Gentes de trato. 
Publicado como tribuna de opinión en reportaje sobre consumo navideño. 
La Voz de Galicia 21 de diciembre de 2014

La demanda privada y el consumo interno se resisten a obedecer las excelentes expectativas de crecimiento que dibujan una y otra vez los ministros del área económica y el presidente Rajoy. Es verdad que a lo largo del año han ido repuntando al tiempo que crecía la confianza de los consumidores (aunque sigue estando en negativo, por debajo de 100) y el turismo. También creció el consumo "on line", especialmente en productos tecnológicos y de electrónica de consumo.

Las previsiones de los fabricantes para la campaña navideña, según lo manifestado en el seno de AECOC, son similares a las del 2013. Se muestran más optimistas las cadenas de distribución y las grandes superficies, que estiman que se avecinan las mejores navidades de los últimos siete años. Les avalan, a gran escala, las previsiones que han hecho los técnicos del Observatorio del Consumo Europeo (Cetelem), quienes creen que habrá crecimiento en el consumo interno en ocho paises de la Unión Europea, entre ellos España.

Sin embargo, las expectativas para todos los sectores y todos los canales de venta no son las mismas. El crecimiento moderado del consumo no está llegando a los comercios de proximidad ni a los mercados tradicionales. Desde la Confederación Española del Comercio Minorista transmiten que el consumo en sus establecimientos asociados está "cargado de incertidumbre". Todo apunta a que habrá mucha gente en las calles más comerciales, crecerá el turismo y las condiciones meteorológicas continuarán siendo buenas, si por eso entendemos ausencia de lluvias y subida de la temperatura. Pero el consumidor de a pie, el de la compra más pequeña y frecuente que valora al comercio de toda la vida, continúa padeciendo la mayor devaluación salarial y el mayor "hachazo" a su poder adquisitivo de todos los años que llevamos de democracia.

Es positivo que crezca el consumo a través de internet, el de habitaciones de hotel y el de transporte en avión. Pero sería mejor, en momentos como los que vivimos, garantizar la sostenibilidad de los pequeños comerciantes y hosteleros que llenan de vida los barrios y los centros históricos de nuestras ciudades.

sábado, 20 de diciembre de 2014

El Área Metropolitana del Golfo Ártabro

Cuadrante de reflexión

Estamos en período electoral. Muchas decisiones trascendentes que no se han tomado a lo largo de la legislatura ya no se tomarán. El presidente Feijoo y el conselleiro Rueda anunciaron que las posibles fusiones municipales en curso (desconozco si hay alguna en firme) quedarán para después de las elecciones. El bagaje presentado en esta legislatura, para el conjunto de Galicia, es muy pobre: la fusión entre Oza de los Ríos y Cesuras, dos ayuntamientos de la provincia de A Coruña que fueron unidos por imperativo del partido Popular bajo la tutela de la Diputación coruñesa. 

En estos años asistimos, por otra parte, a un auténtico desbarajuste en la creación, operatividad y funcionamiento de los entes supramunicipales. Es verdad que tienen pleno respaldo constitucional, que los ampara en su artículo 141.3: "se podrán crear agrupaciones de municipios diferentes de la provincia". Y se desarrolla su definición en la Ley de Bases de Régimen Local, tanto de las comarcas como de las mancomunidades, consorcios y áreas metropolitanas. Pero la voluntariedad de adscripción tanto a las mancomunidades como a los consorcios (no así a las áreas metropolitanas, creadas por una Administración superior a la local) hace que, en la inmensa mayoría de las ocasiones, la visión identitaria y "ensimismada" que diría Torrente Ballester de las corporaciones hacen muy difícil o imposible su unión con los ayuntamientos vecinos. 

Alrededor del Golfo Ártabro (rías de Ferrol, Ares y A Coruña), en el noroeste de la provincia de A Coruña, nos encontramos con decenas de iniciativas en lo que podríamos denominar, valga la aparente contradicción, un "minifundismo supramunicipal". Municipios que poco a poco se van sumando al plan de transporte metropolitano auspiciado desde A Coruña; la mancomunidad de concellos de Ferrolterra, que opera para la recogida de residuos y poco más; el consorcio para la prestación de servicios contraincendios promovido desde Ferrol; la transformación del consorcio de As Mariñas en mancomunidad; la incorporación de 11 ayuntamientos a la central de contratación creada por la propia Diputación; y un sinfín de pequeñas iniciativas más. Todas ellas creadas con la mejor de las intenciones: proporcionar los mejores servicios posibles a los vecinos de sus ayuntamientos apoyándose en un ente supramunicipal que les permita compartir servicios y abaratar costes. Por que seamos claros. No es posible ya, ni lo será en el futuro, pretender que decenas de municipios (en Galicia hay 315) se endeuden de forma temeraria para tener en su plaza mayor todo lo que a su alcalde se le pueda ocurrir. La sostenibilidad financiera, además del sentido común y unos mínimos conocimientos de gestión presupuestaria, obliga a mantener los presupuestos locales equilibrados, y siempre con la finalidad de que permitan "financiar compromisos de gasto presentes y futuros dentro de los límites de déficit, deuda pública y morosidad de deuda comercial", según recoge la propia Ley Orgánica de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera 2/2012 de 27 de abril. 

Por su parte, el conjunto de los ciudadanos sí demuestran haber avanzado de forma notoria en estos años. Cada vez son más las encuestas que demuestran que un porcentaje mayoritario de la población está a favor de las fusiones municipales o de compartir servicios y costes con otros municipios limítrofes. La crisis económica, el cierre de empresas, la fuerte devaluación salarial y la consecuente pérdida de poder adquisitivo, el incremento en el pago de servicios públicos, el malgasto de recursos públicos ejecutado en los años de bonanza, y la corrupción generalizada, están siendo asimiladas por la ciudadanía, a mi juicio, dentro de dos tipos de comportamientos sociales diferentes y complementarios: por una parte, una enorme indignación que se traduce en rechazo, desapego, crispación y que se concretará en una forma distinta de votar; y por otra en la conciencia de que no todo se puede tener a cualquier precio y en cada esquina: auditorios, aeropuertos, puertos deportivos, palacios de congresos, y demás infraestructuras inútiles, innecesarias, inoperantes e insostenibles económicamente.

Crear una gran área metropolitana en torno al golfo Ártabro no es una idea nueva. En realidad, el aprovechamiento de las potencialidades que supondría el desarrollo de todos sus núcleos de población, ya fue apreciado por los ilustrados del siglo XVIII, en su idea de crear la gran ciudad del Comercio y la Administración en A Coruña, y la ciudad Naval e Industrial en Ferrol, unidas por unas rías protegidas y navegables buena parte del año. Muchas referencias recientes, ya en nuestra era democrática, se han publicado sobre este tema, siendo tal vez la más completa la obra del profesor Andrés Precedo y su concepto de "metrópoli euroatlántica". Y la de otro Andrés, el arquitecto Fernández Albalat, con su visionaria "ciudad de las rías", que se desarrollaría con la construcción de tres puentes que permitirían el transporte de personas y mercancías entre Ferrol y A Coruña en diez minutos.

A día de hoy, una gran área metropolitana podría constituirse con las 6 comarcas (46 municipios) que abarcan desde Ortegal, al norte de Ferrol, hasta Bergantiños, al suroeste de A Coruña, ambas incluidas, pasando por las comarcas de Ferrolterra, Betanzos, Eume y A Coruña. Una aglomeración urbana de más de 700.000 habitantes, que incluye un aeropuerto, dos radas exteriores, una universidad con dos campus, varios polígonos industriales y comerciales y una gran capacidad en los sectores de la construcción naval, energético, textil, de servicios y turísticos, pesca, forestal y otros. Ejemplos de áreas mucho mayores  con buen funcionamiento y operatividad tenemos varios en España, siendo tal vez el más destacado el de Barcelona y su Área Metropolitana. 

Probablemente sea este un buen momento para dar pasos ambiciosos  y con visión de futuro que permitan gestionar mejor los recursos, abaratar costes, racionalizar las administraciones, sumar fuerzas y buscar sinergias (concepto que todavía no llegó al municipalismo), entre poblaciones que tienen fuertes vinculaciones históricas, económicas y sociales. En pocas palabras, de buscar la fórmula que permita dar los mejores servicios de forma económicamente sostenible. 

lunes, 15 de diciembre de 2014

La Plaza de Ferrol en Lugo

De guarisnais. 
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 14 de diciembre de 2014

Que les parece ir a tomar los guarisnais de hoy a Lugo, ciudad hermanada con Ferrol y querida por los ferrolanos. Nos daremos un paseo por su casco histórico, intramuros, protegido por la muralla romana Patrimonio de la Humanidad. En él nos encontraremos con la plaza de Ferrol, un lugar entrañable, una plaza pequeña, ajardinada, rodeada de monumentos y amparada, en uno de sus laterales, por la muralla. En algunos de sus bajos comerciales vemos oficinas bancarias, una óptica, algún comercio y demás.

Muchos lucenses de extramuros dejan sus coches en el parking para acudir al ambulatorio, anexo al edificio de la Tesorería Xeral da Seguridade Social, que tiene su escudo, sus mástiles para banderas y sus letras de latón brillantes. El parking ocupa el centro de la plaza bajo un bonito jardín, bancos de parque sin pintadas, farolas, papeleras, una pequeña fuente y está rodeado de aceras de losas de granito. Uno de los adornos del jardín es un enorme casco romano hecho de hierro de forja y colocado por la Asociación de Herreros. En su base se lee: "O mirmillón", y es un homenaje a los mirmillones, gladiadores que se distinguían por su casco de bordes amplios, vestían túnicas cortas, cinturón ancho, armadura en su brazo derecho, escudo rectangular y su arma era la espada corta. Vamos, como los gladiadores que vemos en las películas, ahora en navidades especialmente. O mirmillón está colocado en el lado de la plaza que linda con la muralla, en una abertura construida en su día para uso exclusivo militar que se llama Porta Falsa. A su lado está una de las contadas escaleras que permiten subir al adarve de la muralla, para disfrutar de un paseo y unas vistas inigualables por encima de un monumento milenario.

Muy cerca está una de las puertas originales, la puerta de San Fernando, justo en frente a uno de los edificios emblemáticos que conforman otro lateral de la plaza, el Cuartel de San Fernando. Dice una placa explicativa que "se trata de un singular ejemplo de arquitectura militar del siglo XVIII. El ingeniero que dirigió las obras, Bartolomé Amphoux recibió en 1779 de Francisco Sabatini, arquitecto mayor de las obras reales de Carlos III, el plano y los perfiles del proyecto". Su fachada se enfrenta a la iglesia de San Froilán, anexa a un antiguo hospital hoy reconvertido en colegio infantil. Los niños al salir del cole en esa plaza de Ferrol con aires romanos y militares, tal vez soñarán algún día con ser unos bravos gladiadores.

Si se acercan a Lugo olvídense del tiempo y del coche, visualicen su cultura romana y visiten el casco del mirmillón en la plaza de Ferrol; y la plaza del Campo, la Catedral, la Domus del Mitreo, la plaza Mayor, la Mosquera...

domingo, 14 de diciembre de 2014

Cuadrantes de reflexión

La familia de los cuadrantes de reflexión la componen los quintantes, sextantes y octantes. El octante fue inventado por el matemático inglés John Hadley en 1731. Es un instrumento óptico, de reflexión, que se usa para medir ángulos. Se empleaba en los barcos para observar la altura de los astros sobre la línea de horizonte y poder determinar la latitud. El arco del octante tiene 45º, la octava parte del círculo. Por reflexión puede medir ángulos de 90º por cuya razón cada uno de los del arco está dividido en dos mitades que valen dos enteros en la medida de cualquier ángulo.



Estoy seguro que los marinos ilustrados me permitirían tomar prestado el nombre para titular una columna de opinión. Ilustración, navegación y reflexión están, en mayor o menor medida, implícitos en el nombre. De un instrumento, además, de mi propiedad, regalo de mi familia hace ya unos cuantos cumpleaños.

viernes, 12 de diciembre de 2014

No todo vale en Responsabilidad Social Corporativa

Cuadrante de reflexión
Publicado en Economía Digital el 12 de diciembre de 2014

La cultura de la Responsabilidad Social Corporativa cotiza en bolsa. Las empresas top incluidas en la lista Fortune 500 describen en sus webs los logros que obtienen en materia de RSC y fijan objetivos y planes para los ejercicios siguientes, igual que lo hacen con sus ebitdas, sus planes de expansión o las sinergias con otras líneas de negocios. A escala nacional y local, cada vez más empresas, organizaciones y administraciones hacen gala de potenciar políticas y planes que, a su juicio, les convierten en más responsables socialmente, más sostenibles, mejores actores dentro de la sociedad en que se desenvuelven. La mayoría se refieren al impacto ambiental de los productos que comercializan, emisiones de efecto invernadero, cumplimiento de la legislación medioambiental, políticas de igualdad en el empleo y desarrollo de valores y códigos éticos y de conducta. No hay empresa que se precie que no coloque en sus salas de juntas, de visitas o en los pasillos de Dirección, referencias y mensajes vinculados a la "Misión, Visión y Valores" de la compañía, o a acciones relevantes alcanzadas en el último trimestre, o a alguna distinción recogida de manos de alguna autoridad política. Y, lo más importante, ninguna de ellas resiste la tentación de comunicar sus logros en RSC a los cuatro vientos y tratar de vender a sus accionistas, empleados, consumidores, medios de comunicación, competidores y demás stakeholders, incluidas las ponencias en congresos y foros especializados.

Uno de estos foros tuvo lugar hace pocas semanas en Galicia. Entre las ponencias, algunas de ejecutivos de los departamentos de Recursos Humanos o Relaciones Externas exponiendo conductas y actividades extraídas de su catálogo de buenas prácticas. Profesionales que forman parte de los comités de Dirección de empresas que realizan otras prácticas bastante alejadas de un comportamiento responsable socialmente, como los de la empresa que acopia productos "pedidos" a sus proveedores y con ellos hace lotes que entrega a personas de la tercera edad. Su único coste, la publicidad. O el de la multinacional que utilizó excedentes de regalos que no fueron demandados al finalizar los sorteos a que iban dirigidos. Estos regalos se los había facilitado un fabricante. Con ellos hizo una subasta y la recaudación, a bombo y platillo, se la entregó a una ONG. Y, un último ejemplo, como el de la empresa que utilizaba entradas para fútbol, teatro, toros, que les pedía a los fabricantes más poderosos. Con ellas mantenía una "abierta política de relaciones sociales" con los interlocutores con quien, en cada caso, tenía mayor interés.

Vivimos unos momentos terribles en lo ético-social y críticos en lo económico. Las empresas y organizaciones hacen verdaderos esfuerzos por mantenerse en el mercado, mejorar su imagen, ganar enteros en la mente de sus consumidores. Ser socialmente responsable es un gran objetivo a alcanzar y un gran activo para quien lo alcanza y quien lo puede demostrar. Organizaciones que crean valor económico, medioambiental y social, que pueden contribuir a incrementar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Que van más allá del estricto cumplimiento de sus obligaciones legales, cuidan su reputación y se alejan de cualquier tipo de corrupción, soborno, corruptelas y todo tipo de artimañas que les permiten llenar algunas páginas en revistas especializadas o hacer alguna presentación en un foro de RSC. Los consumidores de sus productos, compradores de sus servicios o votantes de sus ideas, sabrán diferenciar -cada vez mejor- lo que de verdad vale o no vale como una práctica socialmente responsable. Yo no tengo ninguna duda. No todo vale.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Ranking gastronómico

De guarisnais.
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 7 de diciembre de 2014

Una estrella Michelin (dicen en su web) designa un restaurante muy bueno en su categoría. En la comarca de Ferrol, estarán de acuerdo conmigo, hay muy buenos restaurantes pero los jurados que otorgan las estrellas Michelin han pasado de largo y no se la concedieron a ninguno. Galicia, en esta edición 2015, pasa de 11 a 12 estrellas con la incorporación del restaurante Nova de Ourense. Se suma a los de A Coruña: A Estación de Cambre, Alborada y Árbore da Veira de A Coruña, As Garzas de Malpica y O Retiro da Costiña de Santa Comba. Y a los de Pontevedra: Yayo Daporta de Cambados, Culler de Pau de O Grove, Casa Solla y Pepe Vieira de Poio, Maruja Limón de Vigo y Silabario de Tui. Estos son los doce, los que juegan en la liga de campeones de la restauración.

Un astro con un poco menos de realengo es el "sol de Repsol", distinción amparada por la Real Academia de Gastronomía. Su presidente, Rafael Ansón, refiriéndose a los cocineros gallegos decía: "...más allá de la evolución de la cocina tradicional, lo importante es que ya están surgiendo auténticos artistas de la cocina...creo que Galicia tiene en su horizonte y en su futuro un escenario de ilusión y de esperanza plagado de soles...". Para 2015 le han concedido un total de 37 soles a 26 restaurantes gallegos, alcanzando 3 soles el mediático y excelente cocinero Pepe Solla. En esta categoría sí tenemos buenas noticias ya que le concedieron un sol a A Gabeira en Ferrol y otro a Nito de Viveiro.

Otro escalón en el medallero lo conforma el de la "Q de excelencia turística", concedido por el Instituto para la Calidad Turística Española. Para los servicios de restauración ha concedido 54 en Galicia, obteniéndola en la comarca únicamente O Parrulo y el McDonald's de Ferrol, y la Cantina do Rio Covés de Pontedeume. Sus mentores dicen que la "Q" aporta a los establecimientos prestigio, diferenciación, fiabilidad y rigurosidad. Llegados a este punto permítanme que ponga en duda la "diferenciación" de la cocina de un McDonald's con relación a otro cualquiera, aún respetando la opción de la cocina de "comida rápida" para aquellos consumidores que la elijan, faltaría más. 

Ya ven, el reparto de soles, estrellas y demás medallas no es muy generoso con la restauración ferrolana. El mapa de los premiados se encuentra de A Coruña hacia el sur, haciendo foco en Santiago y la costa de la provincia pontevedresa, con alguna excepción en Ourense y Viveiro. Los cocineros ferrolanos están alcanzando  magníficos premios cuando acuden a concursos de tapas o exhibiciones en congresos fuera de Galicia. Sin embargo, no les sienta muy bien que los expertos-jurados vayan a comer y a puntuar sus establecimientos. Y esto, hoy en día, es muy importante.

martes, 2 de diciembre de 2014

Habilitados nacionales y prevención de la corrupción

Artículo de opinión. 
Publicado en Economía Digital el 1 de diciembre de 2014

El debate sobre la corrupción celebrado hace unos días en el Congreso de los Diputados cumplió, con creces, todas las expectativas: fue un desastre. Cargado de eufemismos, de reproches, de "yo no hablaré de esto, pero...", de "y tú más", etcétera. Vamos, lo habitual en los últimos tiempos. Pero de propuestas concretas y medidas ejecutables en el corto plazo que pudiesen frenar -o al menos paliar- la plaga de comportamientos corruptos y actividades delictivas, poco o casi nada. La negación de la premisa mayor de corrupción generalizada por parte del presidente Rajoy y la lectura de algunas medidas ya presentadas hace un año, con algún pequeño retoque, fueron sus argumentos. Entre ellas, modificaciones legislativas en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, cambios en los modelos de financiación de los partidos políticos, el estatuto propio para altos cargos de la Administración, nuevos modelos de funcionamiento operativo y democrático de los partidos y otras del mismo tenor. De entre todas tal vez las más concretas y aplicables de forma inminente sean las que tratan sobre la reforma de la Ley de contratos y, en particular, la limitación de los casos en los que se puede usar el procedimiento negociado en las administraciones locales.

El debate en la calle, en las universidades y en los medios es mucho más rico y productivo. Escuchamos al fiscal superior de Galicia reclamando "medidas de prevención, como crear una entidad independiente para controlar la gestión pública". O a catedráticos de Derecho Administrativo, como Agustí Cerrillo, explicando que todas las medidas que se están tomando "son a toro pasado, cuando el delito ya se ha cometido", y poniendo el acento nuevamente en las medidas de prevención". Hasta el propio Pérez Rubalcaba, ahora que "habla sin presión", se acuerda de la necesidad de tomar medidas para prevenir la corrupción y, en cualquier caso, con la suficiente eficacia y ejemplaridad que convenzan al corrupto de que más pronto que tarde va a ser cazado por sus fechorías.

Más cambios legislativos, nuevos órganos controladores. Esta es la receta. Porque si hacemos una ley nueva, seguro que será eficaz. Seguro que, esta vez sí, se va a cumplir. ¿Y por qué no se cumplen las que están en vigor? En el caso de la Administración Local por una clara razón: los órganos preventivos, conocedores de la legislación y encargados de que se cumpla, los habilitados nacionales, fueron desactivados, despojados de instrumentos de control por el propio poder político al que debe controlar, aunque luego se les reclame esta responsabilidad. Los habilitados nacionales, secretarios, interventores y tesoreros, tendrían que constituir aquello para lo que fueron creados: el mejor de los órganos para el control administrativo interno, para la ayuda y el control del poder político, y para garantizar el cumplimiento exacto de la ley y los procedimientos. Repasemos las funciones que tienen asignadas por ley en su tarea de apoyo a la clase política:

- Promover las operaciones económicas, eficientes y eficaces, para que se puedan prestar servicios de la calidad acorde con la misión que la Institución debe cumplir;

- Preservar los recursos frente a pérdidas por despilfarro, abuso, mala gestión, fraude o irregularidades;

- Respetar las leyes, reglamentaciones y directivas vigentes;

- Elaborar y mantener datos financieros y de gestión fiables y presentarlos correctamente en los informes oportunos.

Ya ven. Aquí las tenemos, medidas eficaces, preventivas y de apoyo y control sobre la actividad del poder político, por lo demás legítimo (faltaría más) y democrático, pero desconocedor en la mayoría de las ocasiones del funcionamiento de la Administración. Únicamente haría falta devolver a los interventores y secretarios el importante papel que deberían desempeñar. Muchos alcaldes y concejales se lo pensarían dos veces antes de saltarse cualquier procedimiento de contratación, de destinar recursos públicos a tareas para los que no estaban presupuestados, o, como ha sucedido en Galicia, asistir a la creación en un Ayuntamiento de una oficina de control presupuestario por parte de un alcalde al que el interventor no daba el visto bueno para la realización de gastos no previstos y con fondos no disponibles. Por no hablar del bochorno actual de la situación en Vigo, con un alcalde que mantiene contra la denuncia de la Dirección Xeral de Administración Local al jefe de contabilidad en el puesto de interventor cuando no posee ni el mérito ni la capacidad para ejercer esas funciones de rango superior. Lo de siempre, un político por encima del bien y del mal, por encima de la ley y los procedimientos, actuando en nombre de los votos que obtiene en cada contienda electoral y erigiéndose en el único valedor del buen hacer y buen gobierno de los dineros públicos. A un paso del caos, del descontrol y del juez.