domingo, 31 de enero de 2016

Las cosas de Torrente Ballester

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 31 de enero de 2016

José Saramago, el escritor portugués, ya dijo aquello de que “había una silla vacía a la derecha de Cervantes que acaba de ser ocupada por Gonzalo Torrente Ballester, que ha escrito La saga/fuga de JB”. Saramago, premio Nobel de literatura, calificaba a Torrente como de escritor que “miraba las cosas con sabiduría, con transitoriedad, con cierto escepticismo”. Para Saramago y la mayoría de los autores de su generación, Torrente Ballester había sido merecedor de todos los reconocimientos literarios, incluido el premio Nobel, porque se trataba de un autor sencillamente genial, y La saga/fuga de JB una obra de la mejor literatura mundial.

Un año más se recordó el fallecimiento de Torrente Ballester el día 27 de enero del año 1999, en Salamanca. Don Gonzalo no llegó a asomarse al nuevo milenio, tal vez sabiendo que lo que encontraría en él no le iba a aportar nada a su extensa e importante obra. Probablemente ahora, en alguna tertulia de café -mejor si era en un café Suizo- don Gonzalo haría un fino repaso acerca del maltrato a la cultura, los años de estupidez, el incremento de la desigualdad en los ciudadanos, de la corrupción en los representantes políticos, el descrédito ético y la decadencia moral que inunda estos tiempos que corren. Aunque seguramente mostraría un cierto interés por los avances tecnológicos que permiten un acceso inmediato a la información. Él, que había sido, como buen ferrolano, un firme partidario de la tecnología y las cosas industriales. Don Gonzalo vivió y escribió rodeado de todo tipo de cacharrería que se ponía a su alcance: máquinas de escribir, magnetófonos,  grabadoras y cámaras fotográficas. Y fue, según se cree, el primer académico en contar con una cuenta de correo electrónico. Un adelantado tecnológico.

Cada año, cuando llegamos a estas fechas, echo de menos poder ver las cosas de don Gonzalo, su biblioteca, sus fotografías (entrañables aunque de mala calidad), las primeras ediciones de sus libros, los manuscritos y los textos mecanografiados. Están en su Fundación, en la rúa do Vilar compostelana, un lugar fantástico que está casi siempre cerrado. No hay una casa-museo en Ferrol, ni en Serantes ni en la calle Gravina. Tampoco hay nada que lo recuerde en el Centro Cultural Torrente Ballester, excepto su nombre y una placa. Sólo se le puede ir a saludar al jardín del campus universitario. Por eso cada año, en estas fechas, agradezco la posibilidad de visitar la Villa Florentina de Fernández Flórez, la casa de la Matanza de Rosalía, la casa de los Poetas de Curros Enríquez, la casa del Cuadrante de Valle Inclán, la casa de los hermanos Camba, la casa museo de Cela. Y pronto, en Mondoñedo, la de Álvaro Cunqueiro.

domingo, 24 de enero de 2016

Alcalde - Presidente

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 24 de enero de 2016

En España el alcalde es el cargo institucional que tiene la responsabilidad de dirigir la administración municipal, presidir y representar al ayuntamiento. ¡Nada menos! Para hacer todo esto le asiste un órgano colegiado que es la Junta de Gobierno Local. Ferrol, que forma parte de España -eso creo y no quisiera despistarme con estas cosas- cuenta con un inquilino principal del castillo de los pirulitos de la plaza de Armas que, aun desempeñando el cargo con todas sus facultades es, a medida que pasan los meses, un poco menos alcalde y un poco más presidente. ¿Que por qué digo esto? 

En el Foro Voz que tuvo lugar justo antes de las elecciones municipales, Jorge Suárez intervino como líder de Ferrol en Común y candidato a la alcaldía. Mantenía, en aquel momento, una actitud muy crítica con la política municipal y defendía otra forma de gestionar los recursos, en la línea de su papel aspirante-opositor. Era muy frecuente escucharle hablar de hacer “frentes comunes” para tratar de cambiar las relaciones con la Marina, para combatir el inmovilismo del INI, para cambiar las políticas del PP, que entonces ocupaba el sillón municipal. Los resultados de las elecciones posibilitaron crear una coalición de gobierno y a don Jorge le dieron el bastón de mando. A partir de ese momento era alcalde.

Hace unos días tuvimos la oportunidad de contar con la presencia de Jorge Suárez en las primeras “Conversas no Parador” organizadas por el Club de Prensa, recogidas en una detallada crónica en este periódico. Durante más de una hora respondió a todo tipo de preguntas; así se pudo comprobar como el alcalde Suárez se había transformado en el presidente de la Corporación Municipal. A don Jorge no le gusta demasiado la administración municipal, esas cosas de la gestión, la burocracia, el papeleo y los expedientes. Se le nota. Sin embargo le está cogiendo el tranquillo a la faceta más presidencial y de representación institucional del cargo. El alcalde Suárez, ahora, habla de “tender pontes” con la Armada, con la Xunta de Galicia, con las otras administraciones, con los ayuntamientos vecinos. Y con la Autoridad Portuaria, dirigida por otro partido político. Entiende la importancia de que los astilleros construyan buques de guerra aunque sean para “unha dictadura declarada como é Arabia Saudí”. También comprende la importancia de la semana santa, y siente gran respeto hacia los “xornalistas e outros grupos de presión que teñen moita forza”. Hasta dijo que tendía puentes a sus compañeros de gobierno (¡mimadriña!) con quienes las diferencias eran de escaso calado. Definitivamente se transformó en un presidente que quiere que “todos los ferroles” remen en la misma dirección. Y con humor.

lunes, 18 de enero de 2016

Mala reputación

Cuadrante de reflexión
Publicado en Economía Digital Galicia el 18 de enero de 2016

En el año 2015 aumentó la mala reputación de las grandes empresas. La lista de directivos y grandes empresarios que ocuparon los titulares de las páginas económicas (y de sociedad) por razones poco edificantes fue alarmante. En todos los sectores, no sólo en el tradicional de la construcción, muy vinculado a la financiación irregular de los partidos políticos. También estaban presentes en los listados que el ministro Montoro publicó acerca de los grandes morosos a Hacienda. Se conoció, además, el caso del reparto de licitaciones públicas en los servicios de recogida de basuras por parte de Ferrovial, ACS, FCC y Sacyr. En el sector financiero continuaron los conflictos: tarjetas opacas, juicios por devolución de acciones preferentes, casos de mal gobierno en los consejos de administración. Las multinacionales lácteas, lejos de buscar una solución que permita la supervivencia de sus proveedores, siguieron forzando los precios a la baja, “reconvirtiendo el sector” como apuntan. Se han visto, de nuevo, pactos de precios en el sector energético, contrarios a la ley de la competencia. El escándalo impresionante generado por Volkswagen y su fraude en los controles de emisiones al medio ambiente. La mala gestión -en principio y si no hay nada más- de Abengoa, que pone en peligro miles de puestos de trabajo. Las sanciones a El Corte Inglés por incumplimiento del Estatuto de los Trabajadores. La pérdida de confianza en las auditoras, generada por multitud de casos turbios, entre los que se lleva la palma Deloitte. La multa a Telefónica por imponer criterios de permanencia abusivos a las pymes. Son sólo algunos ejemplos.

Ejemplos que contradicen el poema de Georges Brassens “La mala reputación”, cantado en castellano por Paco Ibáñez, cuando decía aquello de que “En mi pueblo sin pretensión / tengo mala reputación / haga lo que haga es igual / todo lo consideran mal”. Algunas de las grandes empresas, por la vía de los hechos -más que por lo escrito en sus códigos de Responsabilidad Social Empresarial- actuaron de forma bastante alejada de la ética y el compromiso social. Así lo demuestra la opinión recogida por el Deustobarómetro de invierno 2015. Los encuestados opinan que “la mayoría de los directivos de las grandes empresas son vistos como poco honrados e insensibles con los problemas sociales”. Los resultados son demoledores, como vemos en algunos ítems. El enunciado completo empieza con “Usted cree que los directivos de las grandes empresas…”

- Se preocupan por los derechos de sus trabajadores. No: 88%  
- Se preocupan por las personas desfavorecidas. No: 91%
- Se preocupan por el medio ambiente. No: 87%
- Fomentan comportamientos éticos. No: 87%
- Luchan contra la corrupción. No: 89%

La conclusión es clara. Prácticamente 9 de cada 10 ciudadanos califica de muy mala la reputación de los directivos de las grandes empresas españolas, incluidas las filiales de las compañías multinacionales. Se dice en el informe final que “el 91% de los ciudadanos cree que la mayoría de las grandes empresas no se preocupa en absoluto por los problemas de los más desfavorecidos, de los excluidos o de los ciudadanos que pasan más dificultades, a pesar de lo que digan sus políticas de responsabilidad social corporativa”.

Comenzamos el 2016 conociendo más datos acerca del llamado caso del 3% en Cataluña, eso que ya está escrito en el sumario como el de una red criminal organizada en el que han participado políticos y grandes empresas hasta el 2014. También tenemos nuevos datos sobre la política salarial seguida con los altos directivos del INI y las grandes corporaciones públicas. Por este camino se me antoja difícil, por no decir imposible, revertir la percepción de mala reputación de la clase directiva empresarial. 

domingo, 17 de enero de 2016

Ciudad compacta

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 17 de enero de 2016

Ya es oficial: vivimos en una ciudad compacta. O que pretende serlo. El alcalde Suárez lo repite con frecuencia, sobre todo cuando explica el proyecto “Ría de Ferrol. Ciudad 2020”. Se trata del acuerdo alcanzado con el Concello de Narón para solicitar fondos europeos, a través de los planes Urban. Fondos que irán destinados a la regeneración urbana, a procurar un sistema de transporte sostenible, mejorar el medio ambiente y asuntos de esta naturaleza. La iniciativa es buena, a mi entender. Todo lo que suponga trabajar de forma mancomunada para buscar sinergias entre administraciones y servicios y, además, hacerlo de forma más eficiente y económica, es ir en la buena dirección. Así se entiende en Europa y por eso se valoran muy positivamente los proyectos conjuntos, los solicitados por entes supramunicipales y áreas metropolitanas. En otras zonas de Galicia están trabajando en la misma dirección, con más o menos éxito. El caso es que con este motivo al alcalde ferrolano se le quedó grabado eso de la ciudad compacta. Solemnemente, en el acto celebrado en el Jofre con motivo del San Julián, don Jorge se dirigió al “todo Ferrol” para proclamar que sí, que todo apunta a que vivimos en una ciudad compacta.

- ¡Pues a mí nadie me dijo nada!
- ¿Y saldrá más cara la contribución?
- Oiga, ¿dónde empieza y dónde termina la parte compacta?

Dicen los expertos que una ciudad compacta presenta una estructura y trama urbana de cierta compacidad, está cohesionada socialmente, genera espacios de sociabilidad, crea un territorio de cercanía a los servicios, propicia el encuentro de actividades y permite el desarrollo de la vida en comunidad. ¿Están ustedes tomando nota? Sigo. La ciudad compacta es más sostenible, ambientalmente más equilibrada, más habitable. Genera menos polución, una movilidad más eficiente, menor consumo energético y más calidad en los espacios públicos. Los arquitectos y urbanistas la resumen así: es una ciudad más acogedora. Y tienen un modelo: Cádiz.

Bueno, pues ya lo saben. Ferrol tiene que parecerse más a la “tacita de plata”. Son dos ciudades que se desarrollaron enormemente en el siglo XVIII, con la creación de los departamentos marítimos. Tienen bases de la Armada, una industria apalancada en la construcción naval y unos indicadores económicos similares. Pero, lamento decirlo, en esto del desarrollo urbano nuestras dos ciudades no se parecen en nada. En nuestro caso el crecimiento se hizo de forma difusa, ocupando el territorio de forma diseminada, dispersa, y, por añadidura, integrando un Concello muy grande en superficie y rural como fue el de Serantes. Vamos, justamente lo contrario a lo compacto.

lunes, 11 de enero de 2016

Lo que diga el pactómetro

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 10 de enero de 2016

El año electoral 2015 ya es historia. Estamos en el año electoral 2016, con cuatro citas con las urnas a la vista: en Cataluña, otra vez; en España, otra vez; en Galicia y País Vasco, porque tocan. Todo esto si el pactómetro no lo impide, claro está. Porque el pactómetro es la revelación de las últimas contiendas electorales, es lo que de verdad importa en la política emergente, es la mejor de las señas de identidad de la nueva política. 
- Oiga, ¿y qué es un pactómetro?
- Lo nuevo, lo último, “lo más de lo más”. A su lado son una antigualla los debates, los programas, las propuestas…

Ustedes habrán visto en las televisiones y en las redes sociales múltiples formatos de pactómetros. Se trata de sencillas aplicaciones que permiten sumar los escaños obtenidos por cada partido para ver cómo se consigue una mayoría que permita gobernar. Eso sí, con colores, gráficos, dibujos de arcos parlamentarios y todo tipo de herramientas audiovisuales. Vamos, que se trata de sumar, como toda la vida, pero en versión emergente. Ya no vale sumar con los dedos colocando las manos debajo de la mesa. Ni sumar de memoria. Y que no se les ocurra usar papel y lápiz, ni hablar de aritmética parlamentaria. Todo eso es vieja política, es política de la transición, es política del pacto del 78. Ahora los nuevos políticos, los políticos del futuro, tienen que “bajarse” una aplicación del pactómetro en su tableta o su móvil y utilizarla cada vez que quieran comprobar cómo se compondrán los votos de su grupo y a quién se tienen que sumar para que sean útiles.

El pactómetro que utiliza Mas está que echa humo. No le salen las cuentas, y todo porque los señores de la CUP se empeñaron en usar viejas políticas ancladas en asambleas y votos a mano alzada o en urnas. El pactómetro que utiliza el equipo asesor de Rajoy también está a todo filispín. No hay forma que dé un resultado de mayoría para alcanzar su investidura y así poder formar gobierno y evitar nuevas elecciones. El pactómetro del PSOE ya no aguanta más; es una herramienta pensada para sumar, no para dividir. El de Podemos está hecho un lío, y no reconoce las sumas que tiene que hacer: si todas juntas en un grupo parlamentario o partidas en cuatro grupos diferentes.

Los ferrolanos también tenemos que preparar nuestros pactómetros. En 2016 los tenemos que utilizar, aparte de para las elecciones generales y autonómicas, para seguir de cerca la política local. Y hacer ejercicios para ver si entre los grupos que sustentan al gobierno son capaces de sumar los votos suficientes que permitan aprobar el Presupuesto, la norma más importante que rige el funcionamiento del Concello. Casi nada. Menuda responsabilidad la del pactómetro.

viernes, 8 de enero de 2016

¿Rebajas o ampliación de descuentos?

Gentes de trato
Publicado en La Voz de Galicia, edición A Coruña, el 8 de enero de 2016

Ayer comenzó oficialmente la temporada de rebajas 2016. Lo hizo sin glamur, de una forma más bien discreta, plana. Las rebajas vinieron acompañadas de una fuerte borrasca lo que probablemente está acaparando más conversaciones que las colas que se debían estar haciendo para entrar en las tiendas. ¿Colas, qué colas? La realidad es que ya no se producen y, probablemente, no se volverán a producir. La liberalización de los períodos promocionales llevada a cabo en 2012 tuvo como consecuencia directa el alargamiento de los períodos de descuentos en torno a la Navidad. Este año, además, el fuerte impacto que tuvo en el comercio el black friday cambió, en buena medida, el comportamiento de compra de los españoles. Sobre todo si tenemos en cuenta que en muchas enseñas importantes el viernes negro se tradujo en 4 ó 5 días de descuentos agresivos. Este adelanto de las compras tuvo su continuación en el mes de diciembre y primera semana de enero. No estaban colgados los carteles de rebajas de forma masiva pero sí se realizaron grandes descuentos, tanto por parte del comercio minorista como por las grandes cadenas y centros comerciales. ¿Y qué nos queda ahora? Más de lo mismo. Se cuelga el cartel de las rebajas y se comunican descuentos del 50% o superiores desde el primer día. Ya no se realizarán descuentos de forma escalonada (porque ya se han hecho) y, probablemente, queden únicamente como residuales aquellos días en que se hablaba de las “segundas rebajas”. Porque en realidad, de forma efectiva, el período de fuerte venta (sobre todo en textil y calzado) se producirá en los días que restan de enero, aunque la temporada de rebajas termine a finales de febrero o primera semana de marzo. Lo positivo del calendario es que la estimación, se mire por donde se mire, continúa siendo de crecimiento, tanto en las ventas (sobre un 5% de incremento) como en la generación de empleo. Los datos apuntan a que entre un 30% y un 40% de los empleos de la campaña navideña serán renovados en el período de rebajas. Hay optimismo en el consumidor. Hay optimismo en la patronal del comercio (CEC). No en todos los sectores, ni es un optimismo que se pueda traducir directamente en la alegría en el consumo de los años anteriores a la crisis. La forma de comprar ha cambiado como también lo está haciendo la forma de ofertar los precios, sean descuentos o rebajas. Las esperas y las colas a las puertas de los comercios pronto servirán para hacer un capítulo más de Cuéntame.  

domingo, 3 de enero de 2016

Reconocimientos

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 3 de enero de 2016

Finaliza el año y toca hacer balance de los reconocimientos, de los galardones, de los premios a los mejores o a los que más lo han merecido. El Concello comunicó hace días la lista de los que alcanzaron “mérito merecente de premio pola utilidade pública e social ou una actividade altruista en favor dos demáis”, a quienes concede las insignias de oro 2015. Son la Sociedade Galega de Historia Natural, la comunidad terapéutica de O Confurco (Asfedro), la decana del Colegio de Abogados doña Nieves Santomé Couto, y doña María José Galdo Martínez, símbolo de lucha contra la violencia de género. Igualmente nombró ferrolano del año (distinción que ya obtuvo en otra ocasión) a Javier Gutiérrez, actor que últimamente lo gana todo, absolutamente todo. Recuerdo de Javier Gutiérrez un monólogo en televisión en el que le decía a Javier Bardem, un tipo alto, exitoso, pareja de Penélope Cruz y actor archipremiado, que no se preocupara, que los premios que no quisiera ya se los quedaba él y pasaba, en su nombre, a recogerlos. Ahora las cosas cambiaron y me da a mí que Javier, el ferrolano, tendrá que ampliar las estanterías para encajar tanto reconocimiento.

Por su parte la Xunta de Galicia hizo entrega de los Premios da Cultura Galega 2015. Entre los galardonados figuraron el Real Coro Toxos e Froles, en Música y la actriz mugardesa María Bouzas, en Artes Escénicas.

A la vista de tanto vecino premiado (¡enhorabuena a todos!) los periodistas que cubren la información político-municipal -o lo que sea- no se quedaron cortos y, un año más, procedieron democráticamente a votar para elegir a los políticos merecedores de los premios naranja y limón. A ver, digo en la misma frase las palabras democráticamente y votar aunque esto ya no está tan claro, visto el resultado obtenido en la asamblea de las CUP catalanas de un ¡empate a 1.515! En fin, volvamos a la plaza de Armas. Los premios naranja se los llevaron el alcalde Jorge Suárez (FeC) y el líder del BNG Iván Rivas, teóricamente por la oposición. Los premios limón fueron para Beatriz Sestayo (PSOE) y Ana Rodríguez Masafret (Ciudadanos). Nos dicen que la elección fue más limpia que la de los antisistema secesionistas catalanes,  pero a mí me da que pensar. Por ejemplo, ¿por qué los premios naranjas son para hombres y los premios limones para mujeres? ¿por qué no hay ningún reconocimiento a ediles del PP cuando tienen el grupo más numeroso? En sus primeras intervenciones ¿todos dijeron que habían ganado, como en las noches electorales? Y por último ¿a los políticos también les darán su ración de arroz con leche el día 7 en el Jofre, al mismo tiempo que a los galardonados de verdad?