lunes, 31 de octubre de 2016

A Pablo Iglesias Pose, "Paulino"

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 30 de octubre de 2016

Carta de circunstancias a Pablo Iglesias Pose, hijo predilecto de Ferrol, nacido en Esteiro, fundador del Partido Socialista Obrero Español.

Estimado convecino. Permítame que le distraiga unos minutos con el afán de comentarle las circunstancias en que se encuentra el PSOE, partido que usted fundó en 1879. No me extenderé en los avatares sucedidos desde que usted falleció, ni siquiera le aburriré con la más reciente etapa democrática. Únicamente quisiera llamar su atención sobre los últimos acontecimientos vividos en Madrid, Santiago y Ferrol.

En las altas esferas del actual PSOE se ha instalado algo así como una disputa permanente, un anhelo crónico por tomar las riendas del poder y decir la última palabra sobre las decisiones a tomar. Allí quieren mandar los barones territoriales, los órganos elegidos por la militancia y los aparatos centrales regulados en los estatutos; hasta los líderes jubilados pero presentes y los ideólogos de guardia. Es tal el batiburrillo, don Pablo, que hace pocas semanas apareció por Ferraz una mujer bajita con acento andaluz que, como emergida de entre los micrófonos de los periodistas, se autoproclamó la única autoridad vigente en ese momento, o algo parecido. Claro, ya puede usted imaginar que las carcajadas se oyeron hasta en Cataluña y el juego que eso dio a las redes sociales y las tertulias durante varios días. Ahora se vive una situación de interinidad, una vez más, comandados por una gestora que tendrá que dar los pasos necesarios para elegir nuevo secretario general y nuevos órganos de dirección, con el reto, entre otros, de saber si serán aceptados por los representantes territoriales, o no, y vuelta al esperpento.

En el ámbito gallego, don Pablo, el ridículo también estuvo a gran altura. Por no ser menos, la dirección del PSdG también está en manos de una gestora que no es reconocida por líderes locales históricos. Se produjo un lío extraordinario en la elaboración de las listas a las elecciones autonómicas y la consiguiente descoordinación en una campaña electoral de esas que no deben hacerse jamás, con el resultado previsible: batacazo monumental.

Y qué le puedo contar de su Ferrol natal, en el que era usted Paulino, el hijo de Pedro Iglesias, Clarín de la Villa y empleado municipal. Aquí las reyertas internas están ya en la esfera del transfuguismo, del tú dimite, que decida Ferraz y mientras el escaño es mío y rifirrafes semejantes, con las consecuencias derivadas en la acción política municipal.

Estas son las circunstancias del actual PSOE, como puede ver un tanto alejadas de aquellas que le llevaron a fundar un partido político útil para ayudar a mejorar la vida de las personas. Reciba un cordial saludo.

domingo, 23 de octubre de 2016

Fondos públicos evanescentes

De guarisnais

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 23 de octubre de 2016


Las administraciones públicas, en particular los ayuntamientos, han sufrido un varapalo considerable en la línea de los ingresos de sus presupuestos ordinarios. Se puede comprobar,si es el caso y están vigentes, cosa no aplicable a la ciudad naval. Nada nuevo ni diferente a lo que ha sucedido con las familias y las empresas, en un país que ante la crisis económica optó por el camino de la devaluación y los ajustes duros, por decirlo suavemente. A eso se sumó la explosión de la burbuja inmobiliaria y la consiguiente caída del sector de la construcción, uno de los principales motores de la débil economía española junto al turismo. Consecuencia directa: no se construye, no se pagan tasas municipales, baja la recaudación por los bienes inmuebles, y los ayuntamientos vieron como buena parte de sus ingresos se esfumaron. Y la solución, además de los excesivos ajustes y recortes, fue la financiación a través de ayudas estatales y europeas, asunto no menor en el que han demostrado pericia muchos concellos. No incluyan aquí a Ferrol, ustedes ya me entienden.


Hay muchos tipos de fondos públicos en las nubes y en el limbo de los presupuestos estatales y europeos. Clasifiquémoslos. Un primer tipo corresponde a aquellos fondos que no se solicitan. Fue el caso de los programas de Fomento para rehabilitación de Fortalezas y Arquitectura Defensiva. Ferrol, que se sepa, ni se enteró y si lo hizo no solicitó ni un solo euro, se ve que no tiene castillos y fortalezas que restaurar. Otro tipo de fondos es aquel que sí se solicitan pero la administración correspondiente los deniega, por la razón que fuese. Aquí podríamos incluir las ayudas para impulsar las Ciudades Inteligentes del Ministerio de Industria y Turismo, a las que se presentó uno de esos proyectos de Smart City (perdonen el anglicismo) con el resultado de: cero euros y fin de la cita. El tercer grupo, uno de los más importantes, es el de los fondos FEDER, canalizados ahora a través de las estrategias EDUSI (Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado). Como ustedes seguro que sabrán Ferrol y Narónpresentaron un proyecto conjunto por un montante de quince millones de euros. El resultado: suspenso y vuelvan a la repesca, junto a otros concellos como A Coruña, que también tendrá que volver a examinarse como alumno mal aplicado.


Y esto, creo yo, fue lo que más descolocó a nuestros gobernantes y muchos convecinos. Ya no pueden culpar a A Coruña de llevarse todo el dinero de Ferrol. Ahora a ver quién se atreve a culpar a Lugo por haber aprobado en los fondos EDUSI, por recibir dineros para el Camino Primitivo o la muralla romana. Euros de verdad, de los que se suman a los ingresos, no de los que se esfuman.

domingo, 16 de octubre de 2016

Peatones, coches y viceversa

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 16 de octubre de 2016

A estas alturas del siglo el debate en las ciudades está en cómo continuar ganando espacios para los peatones en detrimento de los coches. Digo en las ciudades, en su conjunto, y no sólo en sus cascos históricos donde esto ya se ha superado hace más de treinta años. Bueno, dejo de lado a Ferrol, ya saben, por aquello de que los ritmos, los tiempos y las inversiones, aquí, se miden de otra manera.

El ejemplo más reciente lo tenemos en París con las declaraciones de su alcaldesa Anne Hidalgo: “estamos sacando el coche de la ciudad con determinación”. Naturalmente no pretendo comparar a la ciudad departamental con la ciudad de la Luz, ni tampoco con Londres, Barcelona o Lisboa. Tal vez sea más propio comparar lo que aquí se hizo con las prácticas de movilidad y peatonalización llevadas a cabo en Cádiz y Cartagena, también ciudades departamentales. Y más aún, con las ciudades de más de cincuenta mil habitantes de Galicia. Muchos de ustedes habrán visto las plazas de Cervantes, del Toural o la rúa del Villar compostelanas llenas de coches. Y la plaza de María Pita coruñesa, la calle del Paseo y la plaza Mayor ourensanas y hasta el atrio de la catedral de Lugo utilizado como aparcamientos. Y qué me dicen de Pontevedra. ¡Ah, Pontevedra!, la ciudad que camina, la referencia en todas las tertulias y los análisis urbanísticos que se celebran en la ciudad naval. Pontevedra, la ciudad modelo que expulsó los coches de la plaza de Herrerías, la Alameda, la plaza de la Verdura o la plaza de la Leña, y ahora, ya peatonalizado su casco histórico continúa buscando soluciones para hacer compatible la movilidad con los peatones en sus ensanches. 

Todas estas ciudades llevaron a cabo sus propuestas de peatonalización bajo dos premisas: se empezó por los cascos históricos y, más tarde, en algunos casos, se continuó con los ensanches; y se llevaron a cabo en momentos de crecimiento poblacional, con serios problemas derivados del aumento del parque automovilístico: aparcamientos, doble fila, contaminación, ruido, tráfico lento, accidentes, etc…

En nuestra ciudad -sitio distinto- se hizo esta transformación justo al revés, comenzando hace unas décadas por una plaza de “fuera de puertas”, la plaza de España, al tiempo que se derribaba Esteiro, se abandonaba Ferrol Vello y se olvidaba La Magdalena, los tres núcleos históricos. En la plaza de España, la mayor plaza de Galicia, se enterraron los coches, las ilusiones y los dineros en un sinsentido difícil de arreglar. Ahora toca reparar la desfeita realizada en la plaza de Armas y volver a hacer de la Magdalena el barrio ilustrado, amable, cómodo para vivir, comerciar y divertirse, que en su día fue. Utilícese, como en su día, la razón.

domingo, 9 de octubre de 2016

Sentidiño

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 9 de octubre de 2016

Esto de hacer las cosas con sentidiño es propio de Galicia, de los gallegos. Digamos que tenemos la marca registrada del sentidiño y en ningún lugar como aquí saben aplicarlo. Es más, yo creo que nuestros compatriotas no son capaces de explicar lo que queremos decir. Porque el sentidiño no es tener sentido a poquitos, ni sentido en pequeñito; no es ser un poco prudente, ni ser tranquilo a ratos. Tampoco puede explicarse el sentidiño con las definiciones propias del sentido común, aquellas que dicen que es la facultad para orientarse en la vida o la facultad para juzgar razonablemente las cosas. No lo definen completamente los conceptos de templanza, sensatez o buen juicio. Y sin embargo, el sentidiño gallego tiene un poco de todas esas cosas más otro poco de ir a modiño. A ver, ya entiendo que es difícil de explicar por lo que lo mejor es recurrir a un ejemplo. Ustedes se acordarán de Arsenio Iglesias y del superdepor. Pues eso, Arsenio les decía a los futbolistas, especialmente a los defensas, que había que jugar con sentidiño…y los éxitos vinieron uno detrás de otro.

Alberto Núñez Feijoo quiere enfrentar su tercer mandato como presidente de la Xunta aplicando el sentidiño. El resultado electoral fue claro y Feijoo gobernará en solitario después de ganar las múltiples elecciones que se celebraron, el mismo día 25, en Galicia. Aquí hubo una votación para elegir a los representantes de los partidos políticos al Parlamento. Esto, la verdad, no tuvo mayor interés; se sabía de antemano cual sería el resultado. Pero hubo también unas elecciones presidenciales, a las que sólo se presentó Feijoo y, lógicamente, se fabricó un contrincante electoral. En esta contienda Feijoo le ganó al PP, le ganó a Rajoy y le ganó al logotipo de la gaviota. Introdujo el mapa de Galicia en su apellido, limpió el cartel de imágenes partidistas y lo llenó con un Galicia Sí. Los demás partidos siguieron a lo suyo y perdieron, todos. Ahora el PSdG y el PSOE están buscando la socialdemocracia y el sentido común en sus gestoras. El partido Podemos está enfrascado en sus corrientes pablistas contra errejonistas con el resto de confluencias de espectadores. Ciudadanos en Galicia ni está ni se le espera y el BNG asume su papel residual después de múltiples escisiones.

Del sentidiño aplicado a la política municipal no les puedo contar mucho. No hay experiencias dignas de reseñar, al menos en la ciudad departamental. Un sentidiño que tendría que llevar implícita la capacidad de dialogar, negociar, ceder, entenderse, dejar de lado el interés partidista, gobernar en favor del interés general y trabajar por una ciudad sostenible con más oportunidades y mayor calidad de vida para sus vecinos. Lo dicho, no hay precedentes.

domingo, 2 de octubre de 2016

El chalé indiano de Canido

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 2 de octubre de 2016

Los gallegos eran considerados unos emigrantes trabajadores, honrados y austeros. Mano de obra muy sacrificada especialmente valorada en los trabajos del campo, la industria y la pesca, aunque muchos probaron fortuna -y la consiguieron- en el sector comercial. Estoy hablando de aquellas oleadas de emigrantes que en el siglo XIX partieron hacia México, otros países americanos y, especialmente, Cuba. Uno de ellos, Don Juan Sixto Vázquez, de O Seixo, fue el prototipo de hombre hecho a sí mismo, un triunfador que desarrolló su talento y su vida en La Habana. Al llegar tuvo que emplearse en trabajos portuarios y pesqueros. Poco a poco fue progresando hasta fundar los grandes almacenes Fin de Siglo. Ya con la vida resuelta pensó en volver a su tierra, para lo que le encargó al arquitecto Rodolfo Ucha la construcción de una villa indiana: el chalé de Canido. Una casa calificada por Alonso Pereira como una obra de autor que aprovechó el gusto habanero de la época mezclado con el modernismo cosmopolita de moda en el primer tercio del siglo XX. Rodolfo Ucha, en palabras de Fernando Agrasar, “centró su atención en el pintoresquismo de la composición vertical y asimétrica, con estancias concebidas como suma de prismas de diversa altura, expresadas volumétricamente al exterior y conectadas por elementos superpuestos como terrazas, galerías y balcones”. El resultado es una casa soberbia en la que, al parecer, el industrial Sixto Vázquez nunca llegó a vivir y sobre la que, de vez en cuando, se especula acerca de su compra por alguna Administración para su restauración y puesta en valor para disfrute público. Ahora le toca el turno a la posible adquisición por la Diputación y la creación de un museo indiano.

He de confesarles que esta idea me resulta especialmente interesante. Ferrol podría convertirse en la sede de un museo provincial (o, por qué no, autonómico si interviene la Xunta) que ponga en valor todo lo que el fenómeno migratorio indiano, habanero, impactó a uno y otro lado del Atlántico. De Cuba llegaron músicas, ideas, modas. Los indianos nos trajeron el sombrero panamá, los vestidos claros, las pamelas y las sombrillas; las cómodas de caoba y los arcones de cedro, algunas radios y los artísticos gramófonos. También la revolucionaria idea de instalar cuartos de baño en las villas, calefacción y calderas para el agua caliente. Y las columnas de hierro colado, forjas artísticas, vidrieras y, por supuesto, los jardines con palmeras.

Puede ser sólo un sueño, como el de aquellos hombres que fueron a Cuba. Algunos lo vieron cumplido, pudieron volver con ahorros y lo celebraron construyendo escuelas, mercados, asilos y preciosas villas como la de Canido.