domingo, 18 de diciembre de 2016

La caja fuerte cubana

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 18 de diciembre de 2016


Hace unos días llegó a mi territorio de las redes sociales un ramillete de fotografías volanderas que no me quito de la cabeza. Son seis fotografías tomadas en el interior del chalet indiano de Canido, también conocido como el chalet de Ucha. Se trata de imágenes corrientes, pintorescas, de poca utilidad para describir el estado arquitectónico del edificio y de ningún valor artístico. Pero son impactantes. En todas ellas hay cajas o cajones. Una caja de cartón en el descansillo de una escalera, en la que domina la magnífica barandilla de barrotes torneados en tonos caoba y, al fondo, una hermosa ventana vestida con vidrios de colores en un estilo modernista tardío, ya con trazos racionalistas que buscaban una mayor simplicidad. Cajas sobre un pavimento de baldosas hidráulicas de distintos dibujos, en lo que podría ser un pasillo de acceso a zonas de servicio como cocinas o cuartos de plancha; permite su acceso una puerta entreabierta de dos hojas, destacando en una la inicial “J” grabada en el cristal. Un gran baúl destartalado, de apertura desde su posición vertical, que bien podría ser una especie de armario portátil. Está situado en una amplísima galería con maineles de guillotina, tan propios de ciudades de larga tradición en construcción de buques. Pero de todas ellas, la más llamativa, es la foto de una poderosa caja fuerte. Una caja de caudales grande, forrada de madera oscura. La puerta nos habla de su vida y sus travesías. En su parte superior puede leerse: “1912. The Mosler Safe CO.” Se trata de una compañía especializada en cajas de seguridad para bancos, empresas y edificios del gobierno, fundada en Ohio en 1867, cuando la industria metalúrgica americana era la más importante del mundo. La leyenda de la parte inferior es: “Agentes exclusivos, Casteleiro y Vizoso S.en C. La Habana”. Su historia, la de Segundo Casteleiro, de Redes y Gaspar Vizoso, de Mugardos, corrió paralela a la del propietario de la casa, Juan Sisto, del Seijo. Los primeros creando una gran ferretería especializada en maquinaria agrícola, máquinas de coser, de escribir y cajas de caudales. El último, fundando junto a sus hermanos los almacenes Fin de Siglo, cinco plantas comerciales divididas por secciones de ropa, joyería, juguetería, librería, loza y vidrio, etc...Todos fueron a Cuba a buscar fortuna y algunos trajeron de la isla su propia caja de caudales para guardar el fruto de su trabajo. Dinero, tal vez joyas, certificados de propiedad, acciones, pagarés o letras bancarias. Y sus recuerdos de indianos que llegaron a La Habana a ganarse la vida y pudieron traerla de vuelta, metida en la mejor de las cajas de caudales.

lunes, 12 de diciembre de 2016

A los veinte alcaldes

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 11 de diciembre de 2016

Carta, con tintes metropolitanos, a los veinte alcaldes de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal. Estimados alcaldes-presidentes de las corporaciones locales. Son ustedes conocedores de la situación política de nuestro país, faltaría más, de nuestra Comunidad Autónoma, cómo no, y de cada uno de los Ayuntamientos de los que son alcaldes. Son ustedes igualmente conocedores de la catástrofe demográfica (calificada así por los gurús en la materia) que azota a Galicia y muy especialmente a este rincón atlántico. A ella se suman serios problemas de desempleo, envejecimiento de la población, crisis (eterna) del monocultivo industrial y emigración de los más jóvenes y mejor preparados. Las consecuencias de todo esto se traducen en un modelo social, de bienestar, que sería insostenible si tuviese que financiarse únicamente con los ingresos aportados por la población activa de la zona: hay ya menos trabajadores activos que prestaciones pasivas a cargo del Estado (pensiones más desempleo). Pero -siempre hay un pero, afortunadamente-, la vida continúa con la obligación, por su parte, de poner en práctica soluciones que permitan el desarrollo de las sociedades y la mejora de la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Llegó el momento, queridos alcaldes, de que comiencen a avanzar seriamente en la constitución del Área Metropolitana, entendida como ese espacio que permita planificar mejor los servicios, obras y urbanismo de una gran aglomeración de personas (más de 200.000) que trasciende los límites de un municipio. En Galicia, ¡ya era hora!, se creó recientemente el Área Metropolitana de Vigo que tendrá entre sus competencias la promoción económica, turismo, transportes, aguas y emergencias. El alcalde Ferreiro, por su parte, se dio prisa en solicitar la creación del área coruñesa, después de décadas en las que A Coruña mantuvo congelado el proyecto. Ferrol, Eume y Ortegal bien podrían conformar la tercera Área Metropolitana de Galicia, superar ya las polémicas en torno a las fusiones municipales, la pertenencia o no a mancomunidades, los convenios bilaterales para la prestación de servicios, las disputas ante la Diputación, Xunta, Estado o Europa para la conquista de fondos y subvenciones. Es hora de superar el mapa comarcal, municipal, la agrupación basada en partidos judiciales, áreas sanitarias, destinos geoturísticos y demás agrupaciones de carácter supramunicipal nacidas bajo la ocurrencia de cada legislatura. Y es momento ya -y que no se nos haga tarde esto también, que el censo avisa- de garantizar que en el futuro los vecinos puedan contar con mejores servicios pagando menos impuestos, gracias a una mejor gestión de los recursos disponibles. Saludos -metropolitanos- cordiales.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Amigos gallegos de Lorca

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 4 de diciembre de 2016

Quedan pocas semanas para que finalice este año del ochenta aniversario del asesinato por fusilamiento de Federico García Lorca y de otros muchos miles de españoles. Un año de homenajes, congresos y publicaciones lorquianas, pero también un año más en el que no se ha podido -o no se ha querido- exhumar sus restos y los de quienes fueron enterrados junto a él. Finalizará 2016 y España seguirá figurando entre los países con más personas desaparecidas del mundo.

Los biógrafos y estudiosos de la figura de Lorca describen cada vez mejor el impacto que causó su obra en las letras castellanas. También se presentaron nuevos trabajos acerca de su única obra en gallego, los Seis Poemas Galegos; para autores como Luis Pérez un bagaje suficiente como para merecer el reconocimiento del Día das Letras Galegas. La admiración del poeta granadino por Rosalía de Castro, la lectura siendo un adolescente de la poesía galaicoportuguesa y su primer viaje a Galicia como estudiante a los 19 años, causaron en Lorca una profunda impresión que le acompañaría el resto de su vida. 

Años más tarde, ya en sus etapas viviendo en la Residencia de Estudiantes y después en Madrid, Federico García Lorca trabó amistad con el músico lucense Jesús Bal y Gay, con el capitán de aviación ferrolano Iglesias Brage (figura destacada en su tiempo con quién presentaba en actos públicos el proyecto de expedición al Amazonas, truncado por el comienzo de la guerra), con los diputados gallegos que frecuentaban el Café Regina, como Castelao, Suárez Picallo, Otero Pedrayo y Villar Ponte, a quienes visitaba habitualmente Ramón Cabanillas. En sus viajes a Galicia Lorca estuvo acompañado por Arturo Cuadrado, Fernando Barros y Carlos Martínez Barbeito, respaldado por el editor (y alcalde compostelano) Ángel Casal, mantuvo tertulia con Álvaro Cunqueiro, Manuel Colmeiro y Ánxel Fole y fue dibujado por Luis Seoane, Carlos Maside y Álvaro Cebreiro. 

Fueron muchos los admiradores gallegos de Lorca y muchas sus amistades. Algunas llegaron hasta su muerte y más allá, como sucedió con Eduardo Blanco Amor, auténtico valedor de su obra. Otros, como el caso del coruñés Serafín Ferro y del ferrolano Ernesto Guerra da Cal, tuvieron una especial relevancia por la segura influencia en la escritura de sus poemas gallegos. Se afirma ya que Ferro “cantó” a Lorca el Madrigal á cibdá de Santiago y que Guerra da Cal fue el inspirador de los restantes poemas: Romaxe de nosa Señora da Barca, Cántiga do neno da tenda, Noiturno do adoescente morto, Canzón de cuna para Rosalía de Castro, morta, y Danza da lúa en Santiago. Seis Poemas Galegos editados por NÓS en Compostela el 27 de diciembre de 1935, hace una eternidad.