domingo, 14 de abril de 2019

Municipios sostenibles

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 14 de abril de 2019

En este mes de abril se cumplen cuarenta años de las primeras elecciones municipales. Pocos meses antes, en diciembre de 1978, se había votado y aprobado por una inmensa mayoría la Constitución. España daba sus primeros pasos en democracia con gran entusiasmo, alegría y optimismo. Nada podía ser peor que lo dejado atrás en los anteriores cuarenta años, y nada lo fue. Las instituciones reiniciaban su andadura en libertad y los ayuntamientos tenían un papel decisivo que jugar. Se eligieron las primeras corporaciones, comenzaron a aprobarse las primeras ordenanzas municipales, se armaron los primeros presupuestos y se adoptaron las primeras medidas de aquello que se definió como la política de cercanía, la pegada al terreno, la que entendían los ciudadanos y vecinos como propia. Cuarenta años después estamos, en este mes de abril, en otro período electoral. Llevamos así tiempo, porque ahora los partidos políticos dedican los fines de semana a realizar mítines electorales con la salvedad de que no piden directamente el voto para su formación. El resto del tiempo están en campaña electoral en medios de comunicación y en las mal llamadas redes sociales. Los tiempos han cambiado, los ayuntamientos también. Aunque algunos, como el ferrolano, han cambiado a mejor…pero poquito y de aquella manera. Dejémoslo correr.

El reto actual y futuro es cumplir los ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los municipios han hecho suyo el propósito de alcanzar los 17 objetivos y 169 metas incluidos en el documento firmado por 193 estados miembros de la ONU. Enumero sus títulos. 1) Fin de la pobreza. 2) Hambre cero. 3) Salud y Bienestar. 4) Educación de calidad. 5) Igualdad de Género. 6) Agua limpia y saneamiento. 7) Energía asequible y no contaminante. 8) Trabajo decente y crecimiento económico. 9) Industria, innovación, infraestructura. 10) Reducción de las desigualdades. 11) Ciudades y comunidades sostenibles. 12) Producción y consumo responsables. 13) Acción por el clima. 14) Vida submarina. 15) Vida de ecosistemas terrestres. 16) Paz, justicia e instituciones sólidas. Y 17) Alianzas para lograr los objetivos. 

España se encuentra, en este momento, en la posición 25 del ranking mundial, según el análisis realizado por la Red Española para el Desarrollo Sostenible en las cien ciudades de más de 80.000 habitantes. Ferrol, obviamente, ya no está en ese grupo y continúa haciendo méritos para distanciarse cada vez más. Es notoria la recomendación final del informe: “Los alcaldes y alcaldesas tienen la capacidad de guiarnos hacia una nueva era de prosperidad inclusiva y sostenible”. ¿En serio? ¿En Ferrol también? ¿Y con esta nueva política? Atentos a la campaña electoral…

domingo, 7 de abril de 2019

Un ajuste muy necesario

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 7 de abril de 2019

Estos días en que los partidos políticos ponen en marcha sus maquinarias internas para elegir a sus candidatos, los votantes asistimos a un espectáculo dramático. Sus líderes se acercan a los micrófonos para decir: de este proceso de primarias salimos más unidos; habrá mano tendida para los integrantes de la otra candidatura; aquí no ha perdido nadie ni sobra nadie, todos sumamos, y frases de este tenor. Sus caras y sus gestos en realidad están expresando todo lo contrario. El resultado es que cada ganador elige como compañeros de candidatura a los que le dieron su apoyo, con el pretexto de que son quienes le inspiran confianza y tratan a los demás como rivales políticos, como si fuesen de un partido adversario. Con algún matiz. Existen candidaturas ganadoras en una primera vuelta que son retocadas por los órganos de dirección. O candidaturas que contaron con el apoyo de los militantes pero no de los compromisarios. Incluso candidaturas que quisieron ser impuestas utilizando pucherazos. También las que salieron elegidas a través de un proceso telemático con una participación pírrica, insignificante desde un punto de vista estadístico, aunque legal. 

Todos estos procesos de elección interna de candidatos solo nos demuestran una cosa: en España los partidos políticos no tienen del todo desarrollada su democracia interna. Necesitan mejorar sus procedimientos por varias razones. La primera y más importante es por un mandato constitucional. La Constitución de 1978 –esa que muchos representantes políticos no han leído y otros muchos son incapaces de entender- dice en su artículo 6: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”. La segunda razón es porque estos desajustes internos y la falta de pericia democrática de sus estructuras está propiciando el abandono de muchos candidatos jóvenes, aparentemente bien preparados y con vocación de servicio público. Ahí están los casos de Eduardo Madina, Soraya Sáez de Santamaría y el relegado Íñigo Errejón, por citar algunos. Y, por último, el ajuste democrático tendría que hacer que los procesos electorales internos se convirtiesen en procedimientos ágiles, discretos y generadores de confianza para los militantes y simpatizantes de cada formación. Lo opuesto al esperpento de luchas internas, guerras entre facciones, dimisiones inexplicables, pucherazos y demás triquiñuelas que inundan los telediarios.