domingo, 26 de febrero de 2023

El bienestar en un país envejecido

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 26 febrero 2023

 

Una parte del estribillo de la Murga de los Currelantes dice así: “…s’acabe el paro y haiga trabajo / escuela gratis, medicina y hospital / pan y alegría nunca nos falten / que güervan pronto los emigrantes / haiga cultura y prosperiá…”. Carlos Cano, cantautor, poeta y coplista andaluz, la escribió en 1977, antes de ser aprobada la Constitución, para explicar de manera “bonita y popular” la necesidad de que en nuestro país se sentaran las bases de un auténtico Estado del Bienestar. Trabajo (salarios, cotizaciones, pensiones), escuelas gratis, sanidad, cultura, prosperidad (progreso), fueron reivindicados en esta canción en los carnavales de Cádiz, que es algo así como hacerlo en los carnavales con más salero del mundo. Carlos Cano lo decía con gracia pero también por derecho y con la seriedad propia de un andaluz universal.

 

Seguimos en ello, gracias a los dioses de la mar, aunque hayan pasado varias generaciones desde aquella de 1978, muchas legislaturas democráticas, gobiernos partidarios del progreso, otros amigos de la nostalgia y muchos cambios legislativos, avances sociales y reformas económicas. Vivimos en un viejo país que está envejeciendo a gran velocidad. Presentamos al mundo una tarjeta con alta esperanza de vida, gran variedad de alimentos disponibles y una buena calidad de vida. España alcanzó un alto nivel en Bienestar, aunque el Gobierno hace bien empeñándose en preparar nuestro Estado de Bienestar para una sociedad más longeva. Así lo recoge en el 5º Desafío, publicado en abierto en la web de Moncloa, con especial atención a: 1) Asegurar suficiencia y sostenibilidad de las pensiones públicas, 2) Reforzar el Sistema Nacional de Salud, y 3) Mejorar la red pública de cuidados de larga duración.

 

Cada día asistimos al triste espectáculo político consistente en poner en peligro los avances alcanzados en la etapa democrática. Es significativo el empeño de los partidos neoconservadores (por llamar de algún modo a la derechita, derechona y derechaza del territorio patrio) en sustituir plazas de colegios públicos por concertados, ceder la gestión hospitalaria a grupos empresariales privados, favorecer la construcción de residencias privadas en detrimento de las públicas, fomentar la contratación de planes de pensiones privados en lugar de reforzar el sistema público, etcétera. Es el momento de lo contrario y en esa tarea creo que estamos. Aumento del gasto público en pensiones, refuerzo de la Atención Primaria en salud, perfeccionamiento de los cuidados de larga duración para los mayores, políticas que favorezcan la igualdad de oportunidades en educación, lucha contra la pobreza y cobertura con un salario mínimo. La prosperiá que decía Carlos Cano.

domingo, 19 de febrero de 2023

Venta forzosa

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 19 febrero 2023

 

El Ayuntamiento saca a subasta ocho inmuebles en estado ruinoso. Así lo leyó en voz alta Chundo, librero jubilado, y a Juancho, antiguo contramaestre se le atragantó el mistela y le atacó la tos. ¿Ocho edificios de propiedad privada puestos en venta forzosa? ¿Los inquilinos del palacio de la plaza de Armas se volvieron locos de repente? Tranquilo, Juancho, neno, tomate el vino con calma no te vaya a ir por mal camino y ya estamos en una edad que… Primero por que esto no es en Ferrol sino en la capital de provincia, que van más adelantados. Y después por que en la noticia se explica que sí, que el Ayuntamiento de A Coruña cuenta con un Plan para la recuperación de ruinas y uno de sus objetivos es “sacar a subasta pública las construcciones y solares cuyos dueños incumplan las obligaciones en materia de conservación y rehabilitación de forma reiterada en los plazos que marca la ley”. Y, por lo visto, desde María Pita calificaron los edificios como de estado ruinoso, enviaron durante años notificaciones a sus dueños para que procedieran a su mejora o rehabilitación y, además, constataron que esos inmuebles eran puntos de inseguridad, insalubres y, por supuesto, afean estéticamente la ciudad. Ah, por cierto Juancho, por aquí veo que el Ayuntamiento de Betanzos también emitió tres órdenes de ejecución de venta forzosa, y otra anterior ya la tenían en curso. También de edificios en ruinas y solares en estado de abandono durante décadas.

 

Ferrol, sitio distinto, no está al tanto de estos avances. Hay decenas de edificios en ruinas en la Magdalena, cientos si sumamos los de Esteiro, Canido y el Muelle. Sobre uno de ellos, en la calle de la Iglesia, se emitió un reportaje en una televisión nacional motivado por la denuncia de unos vecinos ante la escombrera en que se ha convertido: basura, ratas, aguas estancadas, riesgos de desprendimiento. El reportero preguntó en el Concello y la respuesta fue “desde aquí no se puede hacer nada”. Se ve que el Departamento del Norte está en otro país, se rige por otras leyes, o su gobierno está en Babia. La Ley 1/2019 de 22 de abril de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas de Galicia, y Ferrol está en Galicia, establece en su artículo 4 las condiciones que permiten la “aplicación del régimen de venta o sustitución forzosa o expropiación por incumplimiento de la función social de la propiedad…”, que concreta en la obligación de mantener los edificios en las debidas condiciones de seguridad, salubridad, eficiencia energética, ornato público y decoro.

 

Chundo y Juancho empezaron a repasar los edificios en ruinas y solares desatendidos ya desde que eran niños, más de cincuenta años atrás. La lista les dará para muchas tardes de café y mistela.

domingo, 5 de febrero de 2023

Sol, espacio y verdor

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 5 febrero 2023

 

La unidad básica para vivir y convivir, dijo el arquitecto Andrés Fernández-Albalat Lois, sería el Núcleo o Barrio. Lo habitarían 8.000 vecinos que contarían con centro cívico, escuela, parroquia, dispensario, biblioteca, cine y mercado. Con su ágora, foro y plaza principal, el barrio estaría diseñado para favorecer la convivencia, las relaciones y la cordialidad entre las gentes. Tres barrios forman el Grupo, en torno a 25.000 habitantes. Entre los barrios, pinares, pequeños y cuidados bosques naturales. La suma de cuatro grupos darían lugar a la Zona, de unos 100.000 habitantes. En cada zona se ubicaría un gran estadio, auditorio, policlínica, centros de comercio y centros de espectáculos. Y, por fin, seis zonas formarían la gran ciudad de 600.000 habitantes: la Ciudad de las Rías. La utópica, maravillosa, ingeniosa y nunca construida Ciudad de las Rías tendría como principales elementos urbanísticos el sol, el espacio y el verdor. Asentada en laderas costeras ocuparía 5.635 hectáreas entre Fontán, Sada, Miño, Puentedeume, Redes y Ares, construida con una tipología arquitectónica inspirada en pueblos marineros como El Barquero, Redes y Corcubión, por citar los más representativos. Su principal característica sería la de conformarse como una “ciudad de habitación, para vivir y convivir”, repetía Albalat, e insistía en la necesidad de dotarla de áreas de relación y sociales, “para cultivar el espíritu y el cuerpo, la formación, la cultura, la enseñanza, el deporte y el ocio sensibilizado”.

 

Andrés Fernández-Albalat Lois, arquitecto, maestro, urbanista, escritor, presentó La Ciudad de las Rías en su discurso de ingreso en el Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses el 23 de noviembre de 1968. En sus páginas introductorias explica los principios que le inspiraron a crear esta solución habitacional: la gran cantidad de gentes que se trasladaban del campo a la ciudad, la escasa disposición de una ciudad como La Coruña para poder crecer desorbitadamente y, sobre todo, las previsiones demográficas del sociólogo Mario J. Gaviria. El profesor Gaviria preveía que en 40 años (esto lo firmó en 1965) España tendría dos ciudades de rango mundial, Madrid y Barcelona, y otras seis que rondarían el millón de habitantes: Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Málaga y La Coruña. En este último caso, creía Albalat, se produciría la degeneración de una ciudad que multiplicaría su tamaño por cinco, algo que debería evitarse.

 

Las previsiones fallaron, los desarrollos urbanos fueron por otros derroteros y la Ciudad de las Rías, ubicada (y comunicada por puentes, ferrocarriles y barcos) entre La Coruña, Betanzos y Ferrol, no se construyó pero acuñó su precioso nombre para siempre.