domingo, 29 de enero de 2017

Hasta la médula

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el  29 de enero de 2017

Algunos intelectuales españoles defienden la tesis de que la corrupción forma parte de nuestro ADN. Lo expresan con el argumento -ya un poco manido- de que aquí se desarrolló, como en ningún otro lugar, el género de la picaresca. Hemos dado al mundo las figuras más ilustres en las artes de la picardía, la pillería, la trapacería, el engaño y el timo. No hay remedio: España es un país corrupto y los españoles unos campeones en el arte de practicar o permitir la corrupción. 

El informe presentado el pasado miércoles por la oenegé Transparencia Internacional parece respaldar esta teoría. España alcanzó su peor resultado histórico en el Índice de Percepción de la Corrupción 2016, situándose en el puesto 41 de la tabla, compartiendo puntuación con Brunei y Costa Rica. Con relación al área europea, nuestro país está un poco mejor que Italia, Grecia y la República Checa, mucho peor que Francia, Reino Unido o Alemania, y a años luz de los países nórdicos: Dinamarca, Finlandia, Suecia y Noruega, por citar los casos más señalados. Lo dicho, suspenso rotundo emitido por la ciudadanía que señala, además, algunas de las razones más importantes para tener tan negativa percepción. Ahí van unas pocas: la justicia está politizada y muchos casos quedan impunes; no existe protección para los denunciantes y por eso no afloran más casos sobradamente conocidos; los políticos no quieren reducir los aforamientos, por algo será; la Ley de Transparencia no se cumple en su totalidad; el nepotismo y el enchufismo siguen siendo práctica común y alcanzan órganos relevantes de las administraciones públicas; se siguen concediendo indultos a condenados por corrupción; o la legislación vigente condena con la misma pena de un año de prisión al que robó un litro de gasolina que al directivo que se llevó ilegalmente varios millones de euros de una entidad financiera pública. 

No me deslizaré en esta crónica por todos los vericuetos derivados de este monumental problema. La gran torpeza con que la clase política, en general, ha tratado este mal endémico -aunque, según dicen, no es todavía sistémico- es manifiesta. Y no algo propio de estos años de crisis, ni desde el restablecimiento de la democracia. La corrupción estaba generalizada durante la dictadura franquista (estraperlos, comisionistas, enchufismo…) y más atrás. Pero en los tiempos actuales presenta un matiz distinto debido a la facilidad con que se transmite la información. Visto lo cual me atrevo a aventurar que, en el momento en que se apruebe una ley de protección a los denunciantes será imprescindible reforzar las plantillas de jueces, fiscales, policías y funcionarios de prisiones. No les faltará trabajo en los próximos años.

lunes, 23 de enero de 2017

Más colaboración, más ahorro

Gentes de trato
Publicado en La Voz de Galicia, págs. A fondo, el 23 de enero de 2017

Los cambios normativos modificaron sustancialmente el comportamiento de compra en los períodos de rebajas. En la mayoría de las cadenas comerciales no es fácil saber cuándo comienzan y cuándo terminan. Las promociones se suceden prácticamente todo el año, y se solapan los productos rebajados con la presentación de los de nueva temporada. A todo esto, se suma la compra realizada en plataformas de comercio electrónico, lo que en muchos productos supone un ahorro considerable aun sumándole los gastos logísticos. Y eso no es todo. Junto a esas plataformas conviven otras (o una parte de ellas) que fomentan el comercio colaborativo. A través de cualquier buscador podemos interactuar con páginas que favorecen los préstamos, el alquiler, los intercambios e incluso las donaciones. Cambio de tiempo por tiempo, intercambio de habilidades (te arreglo unos enchufes y tú me arreglas la terraza), trueque de objetos (te cambio la raqueta de tenis por una de pádel), compras agregadas a través de grupos de redes sociales e incluso tiendas físicas en las que te puedes llevar algunos libros gratis con la condición de que en otro momento hagas tú la donación. Las posibilidades son infinitas, pero todas tienen un denominador común: se basan en una relación de confianza, se realizan de persona a persona (P2P), se buscan ahorros en euros y, también, se le ahorra al planeta el consumo de recursos naturales y energía.

Cultural y socialmente se está produciendo un auténtico cambio de paradigma. Comenzamos a sustituir la economía del consumir por la economía del compartir, en una cifra que rozará el 25% del total de transacciones anuales según estimación de Forbes. 

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia observa el fenómeno como altamente ventajoso, precisamente porque se aumenta la competencia y se aprovecha la vida útil de los bienes de consumo. Sin olvidar el ahorro en el bolsillo de los consumidores.

domingo, 22 de enero de 2017

Aire limpio

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 22 de enero de 2017

Que Galicia es el lugar donde da la vuelta el aire es algo conocido, al menos por los gallegos. Gonzalo Torrente Ballester ya tituló así, Donde da la vuelta el aire, la segunda parte de Los gozos y las sombras, aunque para no dar pistas del lugar en el que se produce este fantástico fenómeno inventó un pueblo en el que transcurría la acción: Pueblanueva del Conde. Así era don Gonzalo de imaginativo. Ahora que avanzaron los estudios de física y meteorología una barbaridad, ya sabemos con exactitud dónde da la vuelta el aire gallego y español, el aire del mundo: en Estaca de Bares. ¡Dónde iba a ser! El cabo Estaca de Bares, tierras de Mañón y el Ortegal, es el lugar situado más al norte de España. Se ve en los mapas, pero aún mejor, se ve en el cartel que hay en la entrada del pueblo: “está usted en el pueblo más septentrional de España”. Allí se produce la magia de la transformación de las aguas del océano atlántico en las del mar cantábrico, un poco más tranquilas, eso sí. Y allí también las boyas registran cada año las olas más grandes jamás vistas desde tierra, de más de veinte metros de altura entre valle y cresta. Como ven, en Estaca de Bares se dan todas las condiciones para que el aire pueda dar la vuelta y así lo hace, rolando de suroeste a nordeste y generando una corriente saludable que mantiene el aire de Galicia siempre limpio.

La Organización Mundial de la Salud acaba de publicar el resultado de una investigación hecha por la Universidad de Bath (Reino Unido) en la que confirma lo que ya sabíamos. Junto a zonas de Escocia, Irlanda y los Países Nórdicos, los gallegos somos los europeos que respiramos un aire más limpio, menos contaminado. Hay otras áreas del Cantábrico y los Pirineos donde también tienen un aire libre de contaminación, pero en ningún lugar se alcanza la pureza de Noia, villa que citan como ejemplo de pureza en el aire.

Pero no debemos cantar victoria. Hay algunos focos contaminantes que emiten un porcentaje mayor que el que nos correspondería por población. Se dice que Galicia genera el 15% de contaminación atmosférica cuando en población somos sólo el 5%. Y eso lo explican las emisiones de la refinería de Repsol en Arteixo, las centrales eléctricas de As Pontes y Meirama, y otras de menor tamaño, en lo que afecta al Golfo Ártabro y las comarcas del noroeste. Hay grandes industrias en Lugo y Pontevedra, igualmente nocivas, a las que se suman las emisiones del tráfico y la quema de combustibles en los hogares. En cualquier caso, disfrutamos de una calidad de aire excelente. A ver si inspirándolo profundamente nos hace caer en la cuenta de la necesidad de que las aguas de las rías (léase la de Ferrol) estén igual de limpias.

domingo, 15 de enero de 2017

En el mapa

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 15 de enero de 2017

El asunto de si Ferrol está en el mapa o no ya es motivo de debate. Los científicos -cartógrafos y geógrafos- dicen que sí, y por eso lo pintan en las cartas náuticas. No tienen ustedes más que darse una vuelta por el Museo Naval para comprobar que en la posición 43 grados y pico norte, y 8 grados y pico oeste, está señalado Ferrol. Y no vayan ustedes a pensar que esto es cosa de las cartas actuales. Ferrol está en cartas muy pero que muy antiguas, cartas inglesas de la época en la que estaban con tantas ansias de conquistarnos. Sin embargo, los escritores y poetas ferrolanos ya no tienen tan claro el lugar que ocupa su ciudad. Santi Santos (Los Limones) canta aquello de que vive en un lugar “donde se acaba el mar”, mientras que Ramón Loureiro (escritor y periodista) se reafirma en su idea de que es el lugar “donde Europa comienza”. En fin, Ferrol está, de cualquier manera, pero está.

¿Y está mejor ahora que hace un año? Bueno, esto es motivo de otra trifulca dialéctica. De momento sabemos que como ciudadanos del mundo estamos mejor. Sin duda. El escenario descrito por las organizaciones internacionales, especialmente para las culturas occidentales, es el mejor de la historia. Nunca como ahora los seres humanos vivieron tantos años; hay menos mortalidad infantil, más alfabetización y acceso a las escuelas, mayores cotas de libertad, mayor igualdad de género y mayor renta disponible por habitante. Todo esto se traduce en que en más países se ha implantado un sistema democrático, que hay más médicos y maestros por habitante, mejor acceso al agua potable y menos muertes por actos violentos como guerras y terrorismo, a pesar de que todavía hay trabajo que hacer para que estas muertes no se produzcan.

Por el contrario, si hacemos foco en la vida local, comprobamos que los grandes problemas de la ciudad siguen siendo los mismos, lo que evolutivamente supone un retroceso o, cuanto menos, un estancamiento. Sigue sin resolverse la contaminación de la ría, el desempleo, la crisis demográfica, los mercados de abastos y el comercio local, la supuesta peatonalización, la recuperación de los barrios históricos de Ferrol Vello y A Magdalena, la candidatura a Patrimonio Mundial, el convenio con Defensa, la utilización del recinto ferial, las comunicaciones ferroviarias y un largo etcétera.

Es verdad que, como consecuencia de los grandes avances en el acceso a la información, las personas -ferrolanos incluidos- nos hemos vuelto más críticos, menos tolerantes, más exigentes y nos cargamos de un cierto grado de insatisfacción que nos mantiene más despiertos, más curiosos. En esto jugamos con ventaja. A los ferrolanos a críticos -especialmente para destruir nuestra esencia- no nos gana nadie.

domingo, 8 de enero de 2017

Sargadelos

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 8 de enero de 2017

Hace más de doscientos años que Antonio Raimundo Ibáñez, ilustrado asturiano, dio comienzo a sus actividades comerciales en Ribadeo. Primero creando la Real Compañía Marítima, para intercambiar mercancías con Cádiz y otras zonas de España. Y, más tarde, creando en Cervo una potente siderurgia, el embrión de lo que actualmente entendemos como la fábrica de Sargadelos. Aquella primera factoría tuvo en Ferrol a uno de sus principales clientes según se desprende de la lectura de su historia: “los primeros lingotes de hierro colado se envían a Ferrol en septiembre de 1794 para lastre de los buques de la Armada. Los siguientes se destinarán al moldeo de municiones, actividad a la que la fábrica se dedicará durante los catorce años siguientes”. Ya en el comienzo del siglo XIX esta industria se transformó en una fábrica de loza, actividad que sigue en activo después de múltiples transformaciones. La fábrica de Cervo de Sargadelos es, hoy en día, un referente industrial y comercial de gran valor que lucha por superar un concurso de acreedores y un endeudamiento que puso en jaque su continuidad. Junto al Castro en Sada, constituyen el núcleo del negocio de la cerámica y sustentan otras actividades como la editorial, los museos, el apoyo a la cultura, etc…Caso aparte es el Instituto Galego de Información, en Santiago, inversión realizada en su momento para editar el periódico Galicia que nunca llegó a ver la luz. Esta inversión no productiva, muerta antes de nacer, generó uno de los mayores problemas de endeudamiento y descapitalización de las actividades industrial y comercial que abocó al grupo a una dramática situación. Esperemos que, una vez superado el concurso, Sargadelos vuelva a obtener beneficios.

La tienda de Ferrol echa el cierre. La marca Sargadelos cuenta con una red de tiendas franquiciadas que desempeñan un importante papel en las ciudades más importantes de Galicia y España. La ferrolana, franquiciada por Boston Internacional S.A., hizo público un comunicado explicando los motivos del cierre; alguno de ellos, de una seria y preocupante gravedad. Se cita: incumplimiento de descuentos pactados, competencia desleal, limitación de algunos canales de venta, supresión de operaciones especiales y falta de suministro. La nota indica además que el apoyo a la actividad cultural es exclusiva de la tienda y que los propietarios de la marca no ayudan a sufragar sus costes. En su conjunto esta versión pinta un escenario muy negativo, jurídicamente complejo y comercialmente difícil de digerir.

Sargadelos tiene que continuar presente en Ferrol. Ojalá sea de la mano de los mismos empleados que han contribuido a conseguir que sea algo más que una marca de cerámica. Lo merecen.