domingo, 4 de junio de 2023

La afrenta de la Navantia de los molinos

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 4 junio 2023

 


La semana apuntaba a ser una semana grandiosa, emocionante, extraordinaria, inolvidable, histórica, y perdonen ustedes el exceso de calificativos. Una semana para enmarcar en el calendario de Ferrol y ayuntamientos vecinos. Los defensores del sistema democrático, quiero pensar que todos aunque recalcitrantes nostálgicos del franquismo todavía los hay, como las meigas, celebramos la fiesta de una convocatoria electoral. Los amantes de la naturaleza, el medio ambiente y el cuidado de la casa común celebraban la catalogación del geoparque Cabo Ortegal como patrimonio mundial de la UNESCO. Las gentes sensibles a la cultura, las relaciones sociales y el comercio cercano, estaban de enhorabuena con la fiesta del centenario de la Pescadería, obra modernista de Rodolfo Ucha. Los seguidores del deporte, especialmente del espectáculo que rodea al fútbol, llevaban semanas preparándose para el ascenso del Racing, como así fue. Lo dicho, una fiesta, un arreón de emociones y buenas noticias que tanta falta hacen en estas latitudes. Y en esto que se asomó Navantia y ¡zasca!, lo chafó todo. ¿Navantia la constructora naval o Navantia la constructora de una parte de los molinos de viento? La de los molinos, la de los molinos, o mejor llamada de los generadores eólicos. ¡Acabáramos! Entonces el asunto es menor, dónde va a parar.

 

Exactamente Navantia Seanergies Fene quiere ir a parar al puerto de Punta Langosteira, Ayuntamiento de Arteixo, Autoridad Portuaria de A Coruña para concretar. El BOE nº 117 del miércoles 17 mayo de 2023 publica el “… inicio de trámite de competencia de proyectos para la solicitud de una concesión administrativa en el puerto exterior de A Coruña a nombre de Navantia S.A. SME”, con la intención de montar una planta para ensamblado de grandes componentes de eólica marina. Por que no cabe en Fene. Ni en Ferrol, ni en Caneliñas. Por que se quiere sumar al proyecto A Coruña Green Port y a su hubde eólica offshore. Por que eso, dice el director de Navantia Seanergies, daría más capacidad y más trabajo también para Fene. Y por que sí, que en las empresas participadas por todos se saben hacer muy bien las cosas.

 

Se dijo y se escribió de todo. Inaceptable, un jarro de agua fría, no se apuesta por la comarca, es una amenaza, hay que hacer un frente común, es una barbaridad, agresión a la ciudad y la comarca (ya especializada en eólica marina, se apuntó), y así hasta el “no consentiremos que Navantia desvíe carga de trabajo de los astilleros de nuestra ría”. ¿Aunque no sean barcos y sean molinos de viento? Ninguna. Y mucho menos al puerto exterior de A Coruña. Si fuera a Noruega, Australia, Tailandia o sitios así, se podría estudiar. A Langosteira, ni hablar.

 

 

domingo, 21 de mayo de 2023

La carta cifrada de Jorge Juan

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 21 mayo 2023

 

Los ocho candidatos están sentados al amparo del monumento a Jorge Juan en el jardín trasero del palacio de los almirantes, antigua Capitanía General de la Zona Marítima del Cantábrico. Los ocho candidatos, los alcaldables, están colocados mirando al Arsenal, ese lugar en el que habitan buques pintados de color gris naval, sólidos edificios de granito reforzados con cerchas de hierro fundido capaces de soportar impactos de balas de cañón, diques, dársenas y muelles, construidos por el ingenio de las cabezas mejor amuebladas de las Luces españolas. Entre ellas la destacada de Jorge Juan, marino, sabio y espía. Un magnífico espía, que comenzó en una misión mandada por el marqués de la Ensenada, el de la escultura que está a pocos metros de allí echando pestes porque le moldearon sin su bicornio ni su bastón, dejándole en una postura robótica para la eternidad. Jorge Juan, decía, comenzó su espionaje a los ingleses y no lo dejó jamás, por lo que es probable que tomase buena nota del debate electoral que a sus pies se estaba celebrando. Hoy el tema era obvio. Los aspirantes a tomar asiento en el salón de plenos de la plaza de Armas debían centrar sus diatribas sobre dos cuestiones. Primera: qué sabe usted del Arsenal, su historia, funciones, dependencias, unidades con base permanente, misiones que desde él se comandan, sistema de aprovisionamiento y total de personal embarcado. Segunda, indique cuántos metros de muralla (muro, murallón, paredón, que de todas formas le llamaron) se compromete a tirar, bajo la promesa de que miles y miles y miles de ferrolanos puedan aposentarse en sus lindes a contemplar el mar o lo que sea que puedan ver y que no sería el mar. Expliquen con brevedad, por favor, su posición.

 

Jorge Juan esperaba pacientemente las explicaciones de los políticos. Ante la primera cuestión la respuesta de todos fue el silencio, un silencio incómodo y eterno que hasta permitía oír los ecos de Churruca en la batalla de Trafalgar. Sobre lo de tirar la muralla sí, ahí sí que se animaron los alcaldables. Hubo quien proponía tirarla entera, y después tirar todo lo demás y pedirle a los “privilexiados” que se llevaran los barcos militares a otra parte. Otros hablaban de lo contrario, de ampliarlo y hasta de traer un batallón de legionarios (oiga, que la Legión no es un cuerpo de la Armada, le recriminaron). Y algunos propusieron tirar media muralla, la parte superior, sustituyéndola por una verja y dejar la mitad inferior, por si acaso. Jorge Juan escribía: …106.280.103.197.65.370.388.59…etcétera, como cuando en 1749 enviaba las cartas cifradas sobre los planos de navíos de Rooth, el instrumental náutico, la confección de velas… ¿Alguien tiene un libro de claves?

domingo, 14 de mayo de 2023

Mirando a la fuente wallace

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 14 mayo 2023


Los ocho candidatos han de sentarse alrededor de la fuente wallace. Les ayudará a concentrarse en Ferrol, lo ferrolano, los ferrolanos, los asuntos que les preocupan y los que no les interesan en absoluto. La fuente wallace ejerce en los aspirantes a la alcaldía un efecto hipnótico. Seguramente les incitará a pensar en lo local y les infundirá un renovado interés por el municipalismo. O debería. La fuente wallace es motivo de reflexión. Nació del genio de un benefactor, Sir Richard Wallace, quien le encargó al escultor Charles Lebourg la construcción de múltiples fuentes que abastecieran de agua a los vecinos de París. La pieza ferrolana, del tamaño grande, fue diseñada y firmada por Lebourg en 1872, comprada y traída a nuestra ciudad por el benefactor Juan Romero en 1889, ubicada en el antiguo mercado de la Magdalena y trasladada primero a la plaza del marqués de San Saturnino y después a su ubicación actual en el parque municipal.

 

El asunto del debate electoral que nos ocupa tiene que ver, por supuesto, con las fuentes, parques, jardines, alamedas, estatuas, quioscos y, lo más importante, el arbolado que vive -o peor, malvive- en la ciudad. Rey Varela, (PP) fue el último alcalde en alcanzar el mérito de haber secado una fuente en la plaza de España y convertirla en una jardinera vulgar e irrelevante. A su lado, en círculo artúrico, Ángel Mato (PSOE), Jorge Suárez (FeC), Iván Rivas (BNG), Aitor Cordero (Podemos), José Enrique Fernández (VOX), Carmen Rodríguez (Centro Democrático) y Iolanda Teixeiro (Ligando). 

 

¿Por qué a la alameda de Ferrol no se la cita como la más antigua de Galicia? ¿Por qué las publicaciones sobre jardines botánicos no recogen el del campus universitario, anteriormente hospital de Marina, joya trazada por manos ilustradas? ¿Por qué los árboles de plazas y calles no son bien tratados, que hasta algunos colectivos vecinales pretenden cambiar árboles por asfalto para coches, y las fuentes secadas y cambiadas de sitio (Fama, Churruca, plaza de España, etc…) y el parque del Montón no avanza, y algunos tilos de Armas tienen alcorques chapuceros y de emergencia? 

 

La verdad es que a los ocho alcaldables, por sus hechos al frente de la alcaldía, como concejales o simples aspirantes en sus declaraciones, parece que todo este asunto de alamedas, parques, fuentes y jardines les preocupa poco o nada. El tema, por lo demás, no parece ser nuevo. Wenceslao Fernández Flórez llegó a Ferrol en 1906 y en uno de sus primeros artículos, titulado Crisantemos, tuvo oportunidad de compadecerse de los escritores ferrolanos que no podían recoger en sus cuartillas bellas historias de jardines, escasos  y descuidados, de la ciudad. Pocos cambios en siglo y pico.

domingo, 7 de mayo de 2023

Pajarera, invernadero o algo así

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 7 mayo 2023

 

Los ocho candidatos a presidir el pleno municipal están preparados. Las ocho sillas para el debate, también. En esta ocasión será en la pajarera, invernadero, quiosco o lo que quiera que sea esa estructura colocada en medio de los cantones. El asunto a debatir, como procede en una ciudad con un pasado glorioso y rimbombante, es de la máxima importancia. Qué será Ferrol cuando presente un padrón de menos de cincuenta mil habitantes y se caiga de la lista de las grandes ciudades españolas. No, podría ser un tema de interés, pero no. Y el futuro de la base naval, o la ampliación y actualización de los astilleros, y el desarrollo de la Universidad, y la creación de empleo de calidad, y la prestación de servicios de primer nivel, como limpieza, iluminación, pavimentos sin fochancas, calles humanizadas, parques y jardines de ensueño, transportes públicos, etc…, son temas tan manoseados que no parecen despertar interés entre los alcaldables. Por no mencionar lo relativo a la educación, sanidad, dependencia y asuntos menores en lo que corresponde a las competencias municipales, algo obvio y bien sabido por todos. Nada de eso. El asunto central de ese debate es precisamente el futuro de la propia casoupa en la que están debatiendo. ¿Qué será esto, una pajarera, un invernadero, un quiosco de refrescos, una mini sala de exposiciones o nada de lo aquí citado?

 

Los candidatos de las derechas, mayoritarias en votos en las últimas citas electorales, están a favor de enjaular canarios, petirrojos, loros o cualquier clase de animal alado. Es más, seguro que el aspirante de la ultraderecha redoblaría su apuesta por convertirlo en un criadero de pichones, para el mejor fomento de la caza y el uso de armas, cosas que defienden en sus programas electorales. Los candidatos socialistas, centristas y socialdemócratas (en caso de que hubiese alguno) seguro que apuestan por hacer un expositor de artes de la Ilustración: trajes, joyas, bastones y juegos de café. Ferrol en Común, por su parte, optaría por hacerlo sede del espíritu rebelde, combativo, de trincheras y frentes comunes contra lo que sea. Tal vez Podemos se sume a esto (con perdón de la expresión sumar, ellos me disculparán). Y los soberanistas gallegos optarán por quitarle al tinglado su espíritu opresor, de estructura en la que se exhiben las propiedades -fauna o flora- traídas de otros lugares colonizados.

 

El tenderete del Cantón no llegó a ser ni casa de fieras, ni zoológico ni aviarium.Tampoco alcanzó la categoría de jardín de aclimatación, estufa botánica o un pequeño invernadero. Es un quiero y no puedo plantado en un espacio de recreo al que debiera dedicarle una jornada de estudio el próximo alcalde presidente. O no.

domingo, 30 de abril de 2023

Dos partidas a la brisca

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 30 abril 2023

 

Contradigamos a Groucho Marx y demostremos que somos serios. En las cosas de la política municipal ferrolana, se sobreentiende. Seriedad, rigor, honestidad, cumplimiento de la palabra dada y de las promesas electorales, etcétera. Groucho Marx, el auténtico, decía que “la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Ferrol, la ciudad de las galerías y los botes de la Marina, se caracteriza por tener unas elecciones municipales caballerescas, educadas, amables, en las que el alcalde-presidente de turno cede, cada cuatro años, su bastón de mando al jefe de la oposición. Los problemas permanecen, son conocidos y compartidos por todos y los remedios -que no se aplican- también. No hace falta buscar más, querido Groucho y, tal vez, tampoco haría falta tanta faena como la que conllevan las elecciones…si no fuera por el respeto a esa sagrada institución democrática.

 

El trasiego del bastón de mando bien podría jugarse a la brisca. Instálense un par de mesas y ocho sillas a la sombra de los tilos ilustrados de Armas. En la mesa principal jugarán los veteranos, alcaldes, ex alcaldes y aspirantes eternos: Ángel Mato (PSOE), Rey Varela (PP), Jorge Suárez (FeC) e Iván Rivas (BNG). Los cuatro identifican los mismos problemas, sus diagnósticos no se parecen en nada y las soluciones que prometen son contradictorias. Hablan de mejorar el tren, potenciar el puerto, encontrar suelo industrial, diversificar el tejido productivo, aumentar el empleo, sanear la ría y cosas así. Pero Mato se apoya en los ministros de Sánchez y el flamante Delegado Besteiro para que solucionen la papeleta. Rey Varela quiere que el desaguisado lo arregle la Xunta y el presidente del Puerto. Suárez afirma que todo cambiará eliminando el capitalismo e Iván Rivas cree que Ferrol mejorará cuando Galicia sea una república soberana. Barajen y repartan los naipes. 

 

En la mesa secundaria se batirán Carmen Rodríguez (CCD Centro Democrático), Iolanda Teixeiro (LIGANDO), José Enrique Fernández (VOX) y Aitor Cordero (Podemos). Aquí todo apunta a que se jugará la prevalencia de los sentimientos frente a los hechos, asunto trágico y sin final feliz que diría Marty Baron, ex director de The Washington Post:  “Cuando no se acepta ninguna presentación de hechos que contradiga los sentimientos, no se puede hacer nada con eso”. El sentimiento patriótico de VOX, la indignación contra la casta poderosa de Podemos, el liberalismo romántico y equilibrista de los que siempre quieren estar en medio (Centro Democrático) y cosas de ese estilo. Asuntos irrelevantes, si no fuese porque si las urnas les conceden algún edil pueden hacer que el bastón caiga a izquierdas o derechas. Veremos.

domingo, 23 de abril de 2023

Lo dijo Vallejo

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 23 abril 2023

 

Irene Vallejo imaginó y nos contó el resultado de la visita de Marcial, poeta hispanorromano nacido en Calatayud (Zaragoza) hace dos mil y pico años, a su casa también de Zaragoza. Le asombrarían los ascensores, el timbre de la puerta, los cristales de las ventanas, el frigorífico, las bombillas, el microondas, las fotografías, el ventilador, los tenedores y el abrelatas, dijo Vallejo en “El infinito en un junco”. Se asustaría, el bueno de Marcial, al escuchar el silbido de la olla exprés y daría un respingo con las embestidas de la lavadora. A simple vista, continuó Irene Vallejo, no tendría ni la más remota idea de la utilidad del sacacorchos, la fregona, el secador, los discos de vinilo, la grapadora… Pero entre mis libros se sentiría cómodo, sentiría alivio, -no sé si Marcial, Vallejo o ambos-. Y es que los libros son esos artefactos milenarios supervivientes a pesar de su fragilidad. Se pueden quemar, mojar, romper, los comen los insectos pero aún así sobreviven. Forman parte de la familia de objetos sencillos, perfectos, inmejorables más allá de pequeños cambios en los materiales o vaivenes de la moda de turno: la rueda, la silla, la cuchara, las tijeras, el vaso, el martillo, el libro y unos cuantos artilugios más diseñados para cumplir su función y que nos acompañan a lo largo de los siglos.

 

La invención del libro en el mundo antiguo es el subtítulo del magistral ensayo de Irene Vallejo. La autora de El infinito en un junco volcó en este trabajo todo el saber atesorado como filóloga en la preparación de su tesis doctoral. Uno de sus profesores, gran amante de los libros, cómo no, vio la posibilidad de un ensayo, o un conjunto de relatos, o material infinito para escribir un tratado enciclopédico o, por qué no, hacer ficción novelesca en una academia griega, un foro romano o la mismísima biblioteca de Alejandría. Irene Vallejo escribió un ensayo con algunos tintes autobiográficos y el mundo, literalmente, se lo está agradeciendo. Decenas de idiomas a los que se tradujo, múltiples premios de gran prestigio y el reconocimiento de más de un millón de lectores demuestran, una vez más, que las historias sobre libros, librerías y bibliotecas siguen despertando interés.

 

Abril es un buen momento para darle las gracias a los libros, esos lugares que nos enseñaron ideas extravagantes como los derechos humanos, la democracia, la confianza en la ciencia, los avances médicos, las sentencias de los jueces, la memoria de los archivos, las pautas educativas y las locuras de un caballero andante. Ferrol inaugura el carrusel de ferias del libro que recorrerá las mejores plazas, cantones y alamedas de Galicia. Conviene hacerse con algún libro y cultivar lo mejor que nos define como especie.  

domingo, 16 de abril de 2023

En deuda con la Ilustración

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 16 abril 2023

 

Ferrol se debe al interés de la Corona española, no nos engañemos a estas alturas. Fue el Estado, gobernado por la dinastía francesa de los Borbones (vayan ustedes a saber hasta cuando) el que mandó construir el Arsenal más grande y avanzado de cuantos iban a servir a la Armada: La Habana, Cádiz, Cartagena y Ferrol. Nuestra ciudad se iba a convertir en el polo militar e industrial del noroeste y La Coruña, gracias a la concesión de los Correos Marítimos con América, se potenciaría como la ciudad del comercio, los servicios y la sede de las instituciones del Estado en Galicia. Ferrol y Coruña, Coruña y Ferrol, son dos buenos ejemplos de ciudades desarrolladas merced a las nuevas necesidades de los aires ilustrados, bien representados en la corte de Carlos III (qué buena escultura nos recibe al pie de la Torre de Hércules).

 

La Ilustración es, en nuestro departamento, Arquitectura e Ingeniería, Construcción Naval, el arte de la Navegación, el Obrador de Instrumentos Náuticos, la creación de una ciudad exnovo capaz de albergar a marinos, ingenieros, comerciantes, banqueros e industriales venidos de todas partes. El cambio social y económico derivado de toda esta industria fue espectacular, permítanme el abuso del calificativo. A Ferrol llegó muy pronto el higienismo, la salubridad y la medicina, gracias al hospital militar. Se prohibieron los enterramientos en las iglesias y se creó el cementerio de Canido, en mala hora destruido. La primera Alameda de Galicia en la que disfrutar de aire limpio y saludable. Timoteo O’Scanlan vacunó a niños antes de la expedición de Balmis y Zendal. Se instaló alcantarillado y empedrado en las calles, se prohibieron matanzas de animales y acumulación de estiércol en los soportales que, ya puestos, se eliminaron. Hubo una mejora considerable en la alimentación e higiene, como también en la lucha contra la desmedida prostitución, la práctica del abandono de recién nacidos y el control de las tabernas, foco de infecciones, trifulcas y desmanes de todo tipo. La Ilustración trajo casas de conversación, antesala de los cafés tan magistralmente defendidas por Jovellanos. Sociedades de recreo, liceos, teatros, imprentas, periódicos, academias y libros, algunos de los cuales sobreviven en la magnífica Biblioteca del Departamento Marítimo. Y conocimiento, un extraordinario caudal de noticias de lo que pasaba en otras partes de España y el mundo.

 

También nos regaló la impronta de figuras como Manuel Pardo de Andrade (Coruña) José Alonso López y Nobal (Ferrol) y Domingo Fontán (Santiago), hombres ilustrados, de razón y progreso, que fueron perseguidos por los absolutistas, inquisidores y reaccionarios, de los que se estilan en todas las épocas.