domingo, 9 de junio de 2019

Ciudad ideal

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 9 de junio de 2019

Fue el 19 de octubre de 1858. Don Ramón de Ocampo, caballero de la Real y distinguida orden de Carlos III, alcalde constitucional y presidente de este ilustrísimo Ayuntamiento, publicaba el bando de los bandos. Comunicaba a los vecinos que la Reina Isabel II había concedido a la Villa de Ferrol el título de Ciudad, así como el tratamiento de Señoría Ilustrísima a su Ayuntamiento. ¡Menudo subidón de orgullo ferrolano! 

El asunto se fraguó a raíz de la visita unos meses antes, en agosto, en la que a la joven reina le enseñaron los arsenales y astilleros, la invitaron a presidir la botadura de un buque y le obsequiaron con el libro sobre la historia de Ferrol escrito por Montero Aróstegui. La reina quedó muy impresionada, o al menos eso fue lo que dijo. Ferrol era merecedora del rango de ciudad. El alcalde Ocampo, con su bando publicado, había crecido un palmo y andaba más derecho que una vela por la Alameda y el Cantón de las Delicias.

A partir de aquí la historia es conocida por todos ustedes. Es la historia de una ciudad que no paró de crecer y mejorar. Una historia de éxito, extraordinario e indefinido, ¡Opa!. Ferrol es actualmente una ciudad moderna, verde, ecológica y sostenible. Bañada por una ría de aguas claras, sin contaminantes ni vertidos. Rodeada por bosques en los que no caben los eucaliptos ni otras especies foráneas. Sus calles están siempre limpias y bien pavimentadas. Cuenta con excelente mobiliario urbano. Las plazas, parques, alamedas y jardines son envidiables. Y sus fuentes. Están perfectamente señalizadas, tanto sus calles como sus monumentos y rincones de interés. Ferrol es el paradigma de una ciudad culta, repleta de cines, teatros, salas de arte y ateneos. Sin olvidar los mejores cafés y comercios. Posee una red museística encabezada por el Museo de la Ciudad, con salas dedicadas a sus pintores, escritores, pensadores, políticos, músicos, arquitectos y demás personajes relevantes. Se completa con los museos dedicados a la mar, por supuesto. Es, además, una ciudad antigua y moderna, respetuosa con su pasado y su patrimonio. Ciudad segura, tranquila y cómoda. El transporte público es limpio, eléctrico y gratuito. Combina con el tráfico sereno y fluido, los larguísimos carriles para bicicletas y las anchas y cómodas aceras que invitan a caminar. 

¡Ah, que maravilla! Ferrol, ciudad ideal, modélica, llena de oportunidades para los que quieren quedarse e irresistible para los que buscan una vida de la más alta calidad. Lugar del bienestar y los servicios sociales al alcance de todos. Perfecta ciudad planificada en la que de vez en cuando se elige nueva corporación y alcalde, tal vez con la única finalidad de que publique bandos como aquel del alcalde Ocampo.

No hay comentarios :

Publicar un comentario