domingo, 12 de junio de 2016

La banqueta de protestar

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 12 de junio de 2016

Plaza de Armas vacía, un día cualquiera. El reportero de Vía V llega con la banqueta de protestar. El programa que dirige y presenta Fernanda Tabarés va a desarrollar su experimento sociológico en la ciudad naval. Se trata de poner una banqueta de protestar -una pequeña escalera de tres peldaños- a disposición de cualquier vecino para que, subido a ella y armado de micrófono, exprese su opinión acerca del primer año de mandato del gobierno municipal. Los ferrolanos fueron haciendo su diagnóstico desde lo más alto de la banqueta: esto es un desastre, los comercios cierran, la gente se va, no hay empleo, crece la hierba en las calles, esto se muere, y así. Cambia el escenario y colocan la banqueta en la calle Real, con el capuchoncito al fondo. Las opiniones, más de lo mismo. Hasta que llega la ferrolana de toda la vida, se sube a la banqueta, se viene arriba y dice su frase para la posteridad: “Ferrol es una mierda, siempre fue una mierda y siempre será una mierda”. Se quedó mudo y pálido hasta el capuchoncito. ¡Menudo trallazo! acaba de soltar la vecina indignada, cabreada y decepcionada con su ciudad. Como otros muchos, aunque en su afán explicativo la ferrolana errara el diagnóstico, al menos en dos terceras partes. Ni más ni menos que en las que se refieren a lo que fue Ferrol o a lo que será en un futuro, “siempre” según sus palabras. Porque cuando afirma lo que fue Ferrol no sabemos a qué período se refiere. Lo compara con su juventud, con la etapa democrática, con el período franquista. Lo compara con el momento en que Ferrol tenía 20.000 habitantes más y era una de las tres ciudades más importantes de Galicia. O con períodos en los que contaba con los mejores comercios, cafés e industrias (no sólo navales). O tal vez se vaya más atrás y lo compare con los períodos en los que Ferrol fue la ciudad más importante de todo el norte y noroeste español. Y cuando afirma lo que Ferrol será en el futuro y lo hace con esa rotundidad, ¿por qué lo sabe? O no se paró a pensar que Ferrol es el modelo de ciudad cíclica, de sube y baja, como la escalerita a la que está subida.
 
Hace 40 años se publicó un artículo titulado “Exageraciones pesimistas” del que desconozco el autor y que reprodujo recientemente el periodista Germán Castro. En él se dice: “Los pesimistas locales son muy dados al lloriqueo, al tenebrismo, a la óptica deformada con gafa de cristal ahumado y a la exageración negativa de la realidad”. Quiero pensar que la vecina de la banqueta de protestar no entra en la categoría de pesimista exagerada. Probablemente tuvo un mal día. Y le hizo pasar una mala noche al alcalde Suárez, que delante de sus contertulios se quedó quieto, mudo y pálido como el capuchoncito de Gascón.

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