martes, 5 de julio de 2016

Diccionario ferrolano-chino

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 3 de julio de 2016

Florentino Pérez es el presidente del Real Madrid y, en sus ratos libres, se entretiene haciendo negocios con ACS. Florentino Pérez compra y vende jugadores de fútbol, despide entrenadores, gana copas de Europa y recoge un montón de dinero vendiendo camisetas en Asia. A veces también come con otros empresarios, políticos y demás personal vip en el palco del Santiago Bernabéu. Por cierto, como seguro que no leerá esta columna, les hago la confidencia de que allí no se come bien, lo que se dice bien; ni punto de comparación con los restaurantes, mesones y tabernas que tenemos por toda la vuelta. Tal vez por eso a Florentino Pérez le gusta venir por nuestra comarca y sentarse a comer con los presidentes Feijoo y Rajoy, por aquello de matar el gusanillo y tal vez, solo tal vez, decirles que no tienen que preocuparse por que venda su empresa Urbaser al grupo empresarial China Tianying. Y es que a Florentino eso de presidir una empresa de gestión medioambiental nunca le gustó, y mucho menos tenerla como adjudicataria de servicios en ayuntamientos gobernados por gentes políticas -que diría el exalcalde Couce- con alta sensibilidad por el medioambiente.

Si me lo permiten les diré que yo sí estoy preocupado con esta venta a la empresa china. Podría estarlo porque con esta operación se están vendiendo unas concesiones de servicios básicos -recogidas de basuras, tratamientos de residuos, gestión del ciclo del agua-, pagados con impuestos de todos, a un grupo que tiene origen en el país del mundo que más desprecia el medioambiente. Un país donde se necesitan mascarillas antipolución para salir a la calle, que no destaca precisamente por la calidad de sus aguas, de su aire y del control de sus residuos. O podría preocuparme porque la entrada en Emafesa supondrá que con el 49% de las acciones tendrán la capacidad de bloquear decisiones trascendentes en la gestión de esa empresa, que no olvidemos es de capital mayoritario municipal pero que tiene unos estatutos que favorecen a la minoría privada. Pero no me intranquiliza nada de eso. Yo estoy inquieto pensando cómo se va a comunicar la corporación ferrolana con esos empresarios chinos. Ya se sabe que hablan inglés peor que los españoles, y que los traductores a castellano o gallego no servirán de mucho. ¡Hace falta un diccionario ferrolano-chino, chino-ferrolano!, que ayude a traducir cosas como aquel choni está chosco, o ese nacho se escarrancha, Chundo se dio una panchada, Chano tiene dos hijas, Chitola y Chata, y toda suerte de ferrolanadas más. Yo creo que esto lo debe solucionar el profesor Ferrández, autor de El Ferrolano, empezando por enseñar a nuestros representantes a decir en chino: ¡no queremos más escabechinas!  

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