domingo, 10 de mayo de 2020

Real y San Benito

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 10 mayo 2020

José Montero y Aróstegui, el más grande historiador y cronista de esta villa naval, no entendía por qué las calles longitudinales del barrio de La Magdalena se dividían en dos tramos con dos nombres diferentes. Lo decía así: “No sabemos a que atribuir la impropiedad que se nota de que, siendo dichas calles enteramente seguidas tengan dos nombres distintos, tomando el segundo desde la acera del este de la calle traviesa del Castañar que sube de la cárcel a la puerta de Canido”. La calle más importante de la época se llamaba Magdalena y San Bernardo. Las otras eran Real y San Benito, De la Iglesia y San Simón, Dolores y Galiano, María y Trinidad y la calle Del Sol. Formaban un paralelogramo de unos 250.778 metros cuadrados, divididos en 6 calles longitudinales y en nueve de travesía, “unas y otras de 8 metros 360 milímetros de ancho (10 varas castellanas) todas sujetas a rigurosa alineación”. Este era en 1858 el núcleo central del barrio ilustrado de Ferrol, con 41 manzanas enteramente iguales de 83 metros de largo (100 varas) por 33 metros de ancho (40 varas), a las que pronto se sumarían otras que estaban en proyecto. La calle Real y San Benito competía por albergar comercios con la calle Galiano. Era la segunda en importancia detrás de Magdalena y San Bernardo, calle en la que se habían instalado las imprentas, periódicos, academias, cafés de renombre, logias masónicas, teatros y sociedades de recreo. Sin embargo los caprichos de la historia, gobiernos y desgobiernos municipales, aparcamiento invasivo de coches y la propia elección de los ferrolanos, convirtieron la calle Real en la favorita. 

El coronavirus mortífero puso a prueba nuestra capacidad para permanecer confinados. Pondrá ahora a prueba la capacidad de los políticos municipales para devolver las ciudades a los ciudadanos; especialmente sus cascos históricos. La calle Real puede convertirse en la calle de las calles, aquella en la que cabe la ciudad entera, su historia, su esencia. Con la continuación por la antigua plaza de Capitanía y San Francisco, la calle enlazaría el Muelle, el barrio de La Magdalena y los ensanches. El paseo recorre las plazas de España, Armas, Amboage, jardines de Herrera, parque municipal, plaza de Ferrol Vello y muelle de Curuxeiras. En el trayecto se pueden ver los Arsenales y el mar, tan añorado por los partidarios de tirar las murallas, visitar el parque y caminar por donde lo hacían los peregrinos a Compostela. Incluye edificios neoclásicos y modernistas, el Obelisco de Churruca, y la fuentes dieciochescas de San Roque y La Fama. Sin tráfico, sin contaminación, sin ruidos…¿Les apetecería pasear la nueva calle Real, esa en la que cabría la ciudad entera?    


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