domingo, 30 de octubre de 2022

Es el momento, señor Feijóo

Escribanía de mar 

Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, 30 octubre 2022

 

Verá, señor Núñez Feijóo, presidente de los populares españoles y más que probable candidato a competir con su partido en la carrera a la Moncloa, déjeme decirle que este es el momento. Ya sé que Europa no es su fuerte, que no habla inglés ni ningún otro idioma distinto al castellano (el gallego tampoco) y que leer la Ley de Memoria Democrática sin interferencias, atento y concentrado, tal vez se le antoje una tarea difícil. Sobre todo para un político que no está acostumbrado a pactar nada, ni a estar en la oposición ni, como en este caso, a tener una palabra clara y contundente de condena al golpe militar del 36, la Guerra de España y la larga y cruel Dictadura franquista. Pero créame, es el momento de que se convierta en un político de altura -más Estado y menos partido- y deje de afirmar gratuitamente, micrófono en mano, que derogará esta ley si consigue gobernar. 

 

Los países europeos más avanzados desarrollaron políticas de memoria democrática desde el fin de las guerras civiles, las mundiales y el Holocausto. En todas se estableció el propósito firme de reparar y reconocer la dignidad de las víctimas de toda forma de violencia intolerante y fanática.  La Asamblea del Consejo de Europa adoptó en París, en 2006, una resolución de condena rotunda a la subversión del orden legal que acabó en guerra y con la 2ª República española, dando paso a una dictadura ilegal. En 2014 el Relator especial de la ONU Pablo de Greiff emitió dos informes en los que se insta a España a “asumir las obligaciones internacionales mediante un claro liderazgo y compromiso en la búsqueda de personas desaparecidas durante la Guerra y la Dictadura”. Y esto, señor Feijóo, es lo que pretende esta ley, poner los poderes del Estado al lado de todas las víctimas producidas por la infamia totalitaria. El general Franco quería “una patria de la que no deberían formar parte los liberales, republicanos, militantes de organizaciones obreras o votantes del Frente Popular (que acababa de ganar las elecciones)”. El general Mola era partidario de “sembrar el terror, eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros”. El coronel Gavilán gritaba “…echar al carajo toda esa monserga de Derechos del Hombre…”. Y todo el mando sublevado, después mal llamado nacional, firmaba la política de aniquilar a todos los diferentes.

 

Muchos de los diferentes fueron fusilados (se decía “pasados por las armas”), exiliados, sometidos a trabajos forzados, internados en campos de concentración, desaparecidos y enterrados en fosas comunes. La nueva ley exige al Estado la reparación de su dignidad. Usted, como demócrata al frente de todas las derechas españolas, debe sumarse. Es el momento.

No hay comentarios :

Publicar un comentario