Gentes de trato
17 de diciembre de 2013
La que ha realizado Pemex en Barreras. Eso parece. Ha invertido un poco más de 5 millones de euros en un astillero en concurso con una deuda de 75 millones, de la que se negociaba una quita con los acreedores de aprox. el 80%. Y con esos 5 millones Pemex, su filial PMI y la Armada Mexicana se han hecho con el 51% de las acciones, es decir, con el control de la empresa. Habrá que ver, con el paso del tiempo, el desarrollo de la letra pequeña del acuerdo en materias de gestión, equipo directivo, activación de la política comercial, y demás.
Pero de manera inmediata los nuevos propietarios, lógicamente, van a activar la producción del astillero de Vigo, generando un buen número de contratos que garantizarán empleos propios, auxiliares y riqueza en una ciudad que presenta un desempleo del 33%. Esta es, sin duda, la cara más positiva de la noticia.
La otra, la que Pemex valora más para sus adentros (estoy totalmente seguro) es la segunda derivada de su inversión, esto es, la compra de un gran capital humano, de un saber hacer y una capacidad tecnológica que van a tratar de transferir a su país. No tardarán mucho los ingenieros y técnicos vigueses en trasladarse a México para emitir sus dictámenes sobre el desarrollo de sus astilleros, e incluso acerca de la construcción de partes o la totalidad de los barcos en sus instalaciones. Esto, en otra medida, lo está haciendo ya Navantia en Australia, con la finalización del Canberra y, próximamente del Adelaide. Quiero decir que el largo plazo pinta mejor para el desarrollo del conocimiento, el diseño y la ingeniería que para la construcción propiamente dicha, que es lo que genera un mayor número de horas de trabajo.
Y sobre el conjunto de la operación y la estrategia de "luces largas", que dice el ministro Soria? No lo sabemos. Está el hombre liadísimo con su calculadora. Afanándose a ver si le salen los números de las eléctricas y, de vez en cuando, explicando que no es partidario del nacionalismo económico en esto de la construcción naval. Tampoco lo será, o sí, en la defensa del plátano de Canarias. Esperemos que en algún momento de su mandato se dé cuenta de lo que hacen ingleses, franceses y alemanes por la defensa de sus industrias, y que sea en un período de tiempo más breve que el que le llevó aprender que Tenerife está 16 grados al oeste del meridiano de Greenwich, que un arco de meridiano son 15 grados y equivale a una hora, y por eso, cuando se hizo el cambio en la península después de la Segunda Guerra Mundial se respetó la hora canaria. Por cierto, obviamente Vigo y Ferrol también están al oeste de Greenwich, aunque sea sólo 8 grados. ¿Le caeremos así un poco mejor al titular de Industria y dedicará un poquito más de su tiempo a esto de construir barcos?
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