domingo, 30 de noviembre de 2014

Ferrolanizar las plazas

De guarisnais.
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 30 de noviembre de 2014

Las plazas, en Ferrol, tampoco es que hayan tenido mucha suerte. Han ido sufriendo los vaivenes propios de las diferentes épocas, a veces mejorando, otras empeorando. En el mejor de los casos, sin cambiar demasiado su fisonomía y su función. Esto es lo que ocurre a la plaza de Amboage. Pero en el peor de los casos, sufriendo auténticos atentados a su esencia, sus características y su funcionalidad, lo que le ha pasado a las plazas de España y de Armas. Ahora, para recuperarlas, desde el gobierno municipal se encuentran con el reto de recobrar la ferrolanidad perdida para lo que -alguna razón habrá- echan mano del mismo profesional, la arquitecta-paisajista Isabel Aguirre. 

Isabel Aguirre es la Directora de la Escola Galega da Paisaxe, profesora de la Escuela de Arquitectura de A Coruña y cuenta con un currículum envidiable. Recibió, junto a Álvaro Siza, el premio nacional de Arquitectura por su intervención en el parque de Santo Domingo de Bonaval, en Santiago, un lugar mágico recuperado del antiguo cementerio que merece una visita detenida. Debe ser, doña Isabel, una persona muy valiente y decidida para aceptar el órdago a la grande que supone tratar de devolverle la esencia ferrolana a estas dos plazas.

En mi opinión (y en la de la inmensa mayoría de los asiduos de las redes sociales ferrolanas) en el caso de la Plaza de España no lo consiguió. El resultado no es Ferrol. Es verdad que la plaza se desgració en el momento que se decidió soterrar el tráfico, haciendo perder la funcionalidad de perfecto repartidor del tráfico en la entrada de la ciudad por la de una enorme "boca de lobo" en la que se pierden las referencias de la Magdalena y uno acaba con el coche donde acaba. A la superficie la han vestido de vegetación en multitud de jardineras colocadas asimétricamente y un pavimento color vino, algo ajeno a la geometría de la ciudad. Únicamente una fuente de las pequeñas fue capaz de sobrevivir a tanta innovación.

En la plaza de Armas se enfrenta a su segundo reto. Armas fue desnaturalizada cuando le secuestraron la fuente del Obelisco de Churruca y le plantificaron el actual edificio del Ayuntamiento, una mala copia de la arquitectura de Villanueva, el gran arquitecto madrileño. Y ya se sabe, cuando se hacen pequeñas imitaciones, con escasos presupuestos, y fuera de su entorno, los resultados suelen ser nefastos. La plaza acoge a un intruso, pierde su simetría con relación a Amboage y presenta ahora "una imagen lamentable", algo en lo que coincido con el concejal de Urbanismo. La plaza de Armas es la peor plaza mayor de las ciudades más relevantes de Galicia. Vamos a ver si la arquitecta Aguirre se convierte, esta vez, en la ferrolanizadora que la ferrolaniza.

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