domingo, 6 de marzo de 2016

Consejo de Alcaldes

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 6 de marzo de 2016

Ya estamos metidos en un nuevo lío político. A los señores Sánchez y Rivera no se les ocurrió cosa mejor que incluir en el acuerdo firmado entre PSOE y Ciudadanos la supresión de las Diputaciones. Algo así como una imposición de los liberales que los socialistas llevaban años barruntando. El revuelo mediático y político está servido. Que no se habla de suprimirlas, que sí, que simplemente hablan de modernizarlas, que no, que se eliminan las Diputaciones pero se crean los Consejos de Alcaldes, que qué es eso, que es preciso reformar la Constitución, que ya veremos…

Vayamos a los textos y salgamos de dudas. La Constitución del 78 sí recoge el papel de las Diputaciones en su artículo 141.2: “El gobierno y la administración autónoma de las provincias estarán encomendadas a Diputaciones u otras corporaciones de carácter representativo”. Ciudadanos y PSOE recogieron en la página 65 de su acuerdo: “Supresión de las Diputaciones Provinciales de régimen común y creación de Consejos Provinciales de Alcaldes para la atención al funcionamiento y la prestación de servicios de los municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia respectiva”. Por lo tanto se trata de la sustitución de un organismo por otro.

La explicación a todo esto no debiera ser difícil. Un análisis de lo que se suprime, sus ahorros y el coste de lo que se crea nuevo, sus gastos. En medio, la transferencia de funcionarios y la garantía de que se continúen prestando los servicios necesarios a los ayuntamientos pequeños. Sin embargo, el rebumbio de manifestaciones es mayúsculo. Dirigentes socialistas diciendo que no se va a suprimir nada, sus barones en pie de guerra, líderes de Ciudadanos explicando que es una línea roja, y un batallón de “opinólogos” explicando unos, lo necesarias que son y otros, que han sido un foco de nepotismo y caciquismo. 

El presidente de la Diputación coruñesa, Valentín González Formoso, lo tiene claro: no valen las “arroutadas populistas” (aunque estén firmadas por el partido en el que milita) y es preciso hacer estudios serios antes de tocarle a la arquitectura administrativa provincial. Así lo manifestó en la tertulia organizada por el Club de Prensa de Ferrol en su ciclo “Conversas no Parador” de hace unos días. Lo hizo desde la presidencia de una institución que no está endeudada (mérito de sus antecesores), que invierte más de 100 millones de euros en los 93 ayuntamientos existentes en la provincia, de los cuales salen más beneficiados los 82 que tienen menos de 20.000 habitantes. Es un organismo saneado sobre el que conviene tentarse la ropa antes de cambiarlo por un Consejo de Alcaldes del que, de momento, poco se sabe.


No hay comentarios :

Publicar un comentario