domingo, 22 de enero de 2017

Aire limpio

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 22 de enero de 2017

Que Galicia es el lugar donde da la vuelta el aire es algo conocido, al menos por los gallegos. Gonzalo Torrente Ballester ya tituló así, Donde da la vuelta el aire, la segunda parte de Los gozos y las sombras, aunque para no dar pistas del lugar en el que se produce este fantástico fenómeno inventó un pueblo en el que transcurría la acción: Pueblanueva del Conde. Así era don Gonzalo de imaginativo. Ahora que avanzaron los estudios de física y meteorología una barbaridad, ya sabemos con exactitud dónde da la vuelta el aire gallego y español, el aire del mundo: en Estaca de Bares. ¡Dónde iba a ser! El cabo Estaca de Bares, tierras de Mañón y el Ortegal, es el lugar situado más al norte de España. Se ve en los mapas, pero aún mejor, se ve en el cartel que hay en la entrada del pueblo: “está usted en el pueblo más septentrional de España”. Allí se produce la magia de la transformación de las aguas del océano atlántico en las del mar cantábrico, un poco más tranquilas, eso sí. Y allí también las boyas registran cada año las olas más grandes jamás vistas desde tierra, de más de veinte metros de altura entre valle y cresta. Como ven, en Estaca de Bares se dan todas las condiciones para que el aire pueda dar la vuelta y así lo hace, rolando de suroeste a nordeste y generando una corriente saludable que mantiene el aire de Galicia siempre limpio.

La Organización Mundial de la Salud acaba de publicar el resultado de una investigación hecha por la Universidad de Bath (Reino Unido) en la que confirma lo que ya sabíamos. Junto a zonas de Escocia, Irlanda y los Países Nórdicos, los gallegos somos los europeos que respiramos un aire más limpio, menos contaminado. Hay otras áreas del Cantábrico y los Pirineos donde también tienen un aire libre de contaminación, pero en ningún lugar se alcanza la pureza de Noia, villa que citan como ejemplo de pureza en el aire.

Pero no debemos cantar victoria. Hay algunos focos contaminantes que emiten un porcentaje mayor que el que nos correspondería por población. Se dice que Galicia genera el 15% de contaminación atmosférica cuando en población somos sólo el 5%. Y eso lo explican las emisiones de la refinería de Repsol en Arteixo, las centrales eléctricas de As Pontes y Meirama, y otras de menor tamaño, en lo que afecta al Golfo Ártabro y las comarcas del noroeste. Hay grandes industrias en Lugo y Pontevedra, igualmente nocivas, a las que se suman las emisiones del tráfico y la quema de combustibles en los hogares. En cualquier caso, disfrutamos de una calidad de aire excelente. A ver si inspirándolo profundamente nos hace caer en la cuenta de la necesidad de que las aguas de las rías (léase la de Ferrol) estén igual de limpias.

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