domingo, 13 de abril de 2014

Ferrol no es una ciudad desahuciada

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 13 de abril de 2014


Hace unos días incluyeron a Ferrol en el programa "La ruta por las ciudades desahuciadas", emitido por la Sexta. Dieron una visión de Ferrol cuanto menos equivocada. Por eso me fui al sitio web a ver el argumento que les había llevado a realizar el documental y leí: "...los que lo apostaron todo a un único sector productivo y con su hundimiento se han quedado prácticamente en la ruina". 

Sus autores debieran usar mejor el concepto de desahucio, ni más ni menos que algo "sin esperanza de conseguir lo que desea". Ferrol es una ciudad que padece una profunda crisis, como ha sufrido muchas a lo largo de estos últimos 250 años, consecuencia de su gran dependencia de un sector público, como ser la sede del Departamento Marítimo del Cantábrico y ubicar unos extraordinarios Arsenales y Astilleros; la Armada y la Construcción Naval han conformado su carácter. Pero no exclusivamente, ya que además la ciudad apostó en su día por una gran diversificación empresarial. El Puerto, la Pysbe, la Peninsular Maderera, la Fenya, las fábricas de lápices Ilasa e Hispania, y otras muchas, han sido empresas que ayudaron a moldear el carácter industrial de la ciudad, igual que lo hicieron los mercados y los comercios. Es verdad que se ha perdido este tejido industrial, pero también lo es que no fue por causas de una apuesta de la ciudad.

Ahora Ferrol tiene mayor dependencia de la construcción naval. Aún en este caso hay que resaltar que hasta el ejercicio 2012 el Centro Productivo de Ferrol era un centro rentable, no así el conjunto de Navantia. La pregunta es ¿se puede hablar de desahucio a una población que cuenta con una industria rentable, que construye buques como los mejores del mundo, capaz de suministrar a la Armada unidades con las que realiza misiones al más alto nivel y de vendérselas a otras Marinas que han manifestado en reiteradas ocasiones su alto nivel de satisfacción?

Ferrol mantiene la esperanza de conseguir un futuro mejor, una ciudad mejor gestionada desde todas las instancias públicas que tienen algo que ver con la industria naval, especialmente la militar. También con el deber de potenciar el tejido industrial, el turismo y el comercio. Los ferrolanos aún inmersos en esta profunda crisis seremos capaces de levantar la ciudad de nuevo y decirle a los periodistas de la Sexta que tenemos historia, tenemos futuro y siempre será necesario construir barcos. Yo, al menos, no les reconozco ni les autorizo su desahucio.

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