De guarisnais.
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 21 de diciembre de 2014
En la encuesta de Sondaxe publicada en estas páginas el 7 de diciembre se presentaron unas conclusiones claras: el 74% de los ferrolanos y el 47,6% de los naroneses, están a favor de una fusión entre ambos municipios. Este es el resultado actual sobre un debate ya viejo que, de vez en cuando, se convierte en motivo de disputa política. Concretamente cada cuatro años en que los ciudadanos somos llamados a las urnas y los aspirantes a representantes municipales comienzan con la retahíla de promesas, de contratos con el pueblo, de venta de razones para conseguir votos que les permitan tomar decisiones encaminadas a solucionar los problemas de todos. Eso es lo que nos tratan de vender.
Dentro del argumentario político está la necesaria unidad entre concellos y, más ampliamente, la reforma de las Administraciones y el adelgazamiento del tamaño del Estado, del que los ayuntamientos y diputaciones forman una parte muy importante. Esto es lo que se dice: Galicia no puede mantener 315 municipios con una población de poco más de 2,7 millones de habitantes que, desgraciadamente, decrece. Se necesitan entes supramunicipales del tipo consorcios, mancomunidades o áreas metropolitanas que compartan servicios y abaraten costes, al mismo tiempo que se debe potenciar la fusión entre municipios. En esas estamos. Lo que sucede es que, a punto de finalizar otra legislatura, los avances han sido nulos, salvo la anécdota de la fusión Oza-Cesuras por imperativo partidista. Sin embargo, los avances en el modo de pensar y en la predisposición favorable de los vecinos hacia las fusiones sí han sido notables, como puso de manifiesto Sondaxe.
La ciencia la debería aportar un grupo de trabajo que, en un plazo breve de tiempo, presentase conclusiones acerca de las ventajas e inconvenientes de tener menos municipios y más grandes, o la constitución de grandes áreas metropolitanas. Expertos juristas, geógrafos, sociólogos, politólogos, economistas, representantes de la universidad, de los empresarios y las fuerzas sociales, expertos en movilidad y sostenibilidad, historiadores y demás disciplinas interesadas, deberían ser convocados a estudiar todas y cada una de las variables que resultarían de las fusiones o acuerdos supramunicipales. La que está en boca de todos, entre Ferrol y Narón. Pero también otras posibles, como la transformación de la Mancomunidad de Concellos de Ferrolterra en una entidad mucho más potente y con más funciones que las actuales. Y por qué no, el escenario que contemple la creación de la gran Ciudad de las Rías, una gran área metropolitana que incluiría a todo el golfo Ártabro con una población de más de ochocientos mil habitantes. Y es que será necesario "ayuntarse", unirse, sí o sí.
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