miércoles, 11 de marzo de 2015

Mal dato de ocupación

Tribuna de opinión
Publicado en La Voz de Galicia, sección Economía, el 11 de marzo de 2015

Los datos provisionales presentados ayer por el INE sobre los resultados del comercio minorista en el mes de enero confirman una tendencia positiva, en líneas generales. El 4,2% en ventas no es únicamente una cifra significativa por su magnitud, sino que consolida casi medio año de crecimiento continuado. Especialmente relevantes son los crecimientos en Alimentación (3%) y Equipamiento para el hogar (3,4%), ya que debieran reflejar la tendencia a que se configuran más hogares y se alimentan más personas. Sin embargo el dato, desafortunadamente, no es trasladable de forma homogénea a todas las regiones. Tampoco es homogéneo el crecimiento por canales de venta: las grandes cadenas han crecido un 6% mientras el pequeño comercio lo hizo sólo un 1%. 

Sí ha sido muy favorable, prácticamente en todo el Estado, el crecimiento de la ocupación en el sector. La media nacional presenta un crecimiento del empleo del 0,6%, y sólo en cinco comunidades el resultado fue negativo. Desgraciadamente Galicia es una de ellas con un -0,6%, presentando el tercer peor comportamiento del país. Pero el dato es todavía más grave, en mi opinión, cuando observamos que el crecimiento del empleo vino de la mano del comercio unilocalizado, el de proximidad, con un 2%. Es decir, el comercio cercano generó empleo en la mayor parte de España y lo destruyó en Galicia. Es verdad que el efecto estacional es más acusado en la mitad oeste de la península, y lo es también que este enero fue especialmente bueno en el crecimiento del turismo para el Mediterráneo y las islas, pero hemos de abrir los ojos y ver todas las variables en conjunto.

Algunos analistas y demasiados políticos autonómicos consideran prematuro extraer conclusiones acerca de cómo se presenta el nuevo ciclo de crecimiento para el comercio minorista. Un reciente informe del BBVA nos habla de que el primer trimestre del 2015 presentará un incremento acumulado del 0,9%, con un “crecimiento robusto” del consumo doméstico. En Galicia, si no se corrige la tendencia de los últimos años, esto no será así. Seguirá produciéndose la concentración del crecimiento del comercio en las grandes cadenas frente al comercio unilocalizado. Seguirá concentrándose la población –que quede- en las grandes ciudades y la franja costera. Seguirá emigrando la población más joven, mejor preparada y con mayor potencial de consumo. Y seguirá habiendo menor renta disponible y menor generación de empleos. Todo esto incidirá, si no se remedia, en nuevos datos de este tenor: crecerán las grandes superficies en ventas sin crear, apenas, nuevos empleos, y seguirá el pequeño comercio, el de proximidad, con grandes dificultades para mantenerse. Pensémoslo bien, ¿es este el modelo que queremos para Galicia?

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