lunes, 25 de mayo de 2015

Somos resilientes

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 24 de mayo de 2015

Pues ya lo saben. Nos levantamos un día cualquiera por la mañana y nos dicen, a los gallegos en general y a los ferrolanos particularmente, que somos resilientes. Vamos, que tenemos resiliencia.
   -Ah, estupendo. Mire usted que yo siempre creí que a los ferrolanos nos gustaba ir a pescar chocos a la ría, cantar en los bares y hablar mal de lo propio. Pero bueno, si usted dice que además tenemos resiliencia, pues mejor que mejor. Y ya que tenemos ese atributo, ¿me puede usted explicar en qué consiste, y de paso, decirme si es una buena o mala cosa?
   -Pues claro, faltaría más.
   Resiliencia es un término utilizado en Psicología que indica la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Esto es, de adaptarse a las crisis o al mal infortunio, y salir bastante airoso cuando tocan mal dadas. Y fíjense, este concepto propio de las personas, ahora, se le aplica también a las ciudades, a los territorios. El caso es que el Instituto de Economía, Geografía y Demografía, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha realizado una investigación sobre como está afectando la crisis a las diferentes regiones españolas. Sus principales resultados están recogidos en una publicación llamada el ‘Atlas de la crisis’. En ella, pásmense ustedes conmigo, podemos leer que el oeste menos desarrollado resiste mejor que el este (la costa mediterránea), es decir, regiones como Galicia resisten mucho mejor que Cataluña, la Comunidad Valenciana o Baleares. Y lo mejor del asunto, la canela del arroz con leche que diríamos, que ciudades como Ferrol o Vigo resisten estupendamente, vamos, que casi ni notan la crisis. ¡Manda truco!
   -¿Y saben ustedes por qué somos tan resilientes y resistimos tan bien esta nefasta situación?
   -Pues no, qué vamos a saber. Usted nos dirá.
   Muy sencillo. No lo digo yo, lo dicen los autores del estudio. Ciudades como Ferrol (y Vigo) no notan tanto los efectos de esta crisis porque todavía no se recuperaron del enorme impacto de la reconversión de la industria naval que sufrieron en los años 80. O sea, que como llevamos más de 30 años padeciendo las consecuencias de una nefasta política industrial, y sin disfrutar de unos niveles de desarrollo similares a los de la vertiente mediterránea, ahora aguantamos mejor este nuevo varapalo. ¡Que bien razonan estos nachiños, oigan!
   La España mediterránea no podrá tener tantas alegrías como les daba la Fórmula 1 y la Copa América. Que se le va a hacer. Sin embargo los ferrolanos, todos los gallegos, estamos contentos aún con una renta de menos del 80% de la suya. ¡Como somos más resilientes! Lo de la industria y el empleo...¡ni comparación con tener resiliencia!



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