domingo, 22 de octubre de 2017

Criminología Ambiental

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 22 de octubre de 2017

España y Portugal se encuentran a la cabeza de Europa en número de incendios forestales y tamaño de la superficie quemada. Es especialmente dolorosa, en estos crímenes forestales, la pérdida de vidas humanas. El fin de semana pasado, en Galicia, dos hombres y dos mujeres de edad avanzada murieron tratando de defender sus casas, a sus animales o tratando de huir del fuego asesino. Del fuego provocado por terroristas incendiarios organizados, dice ahora el presidente Feijoo. El mismo Alberto Núñez Feijoo que hace unos años, estando en la oposición, decía que cuando gobernaba su partido no había muertos en los incendios. La hemeroteca revela las grandes ocasiones perdidas por los políticos para permanecer callados.

Las enormes pérdidas -humanas, materiales y medioambientales- causadas por los incendios llevaron a nuestros países a liderar, lógicamente, los estudios e investigaciones relacionados con esta lacra. Portugal fue el primer país en definir el perfil psicosocial del incendiario forestal, lo que en  España se está concretando como el perfil criminológico del incendiario forestal. Los últimos avances realizados desde agosto de 2006 (se acordarán de las miles de hectáreas quemadas aquel mes) han sido recogidos en informes de las fiscalías y en varias tesis doctorales e investigaciones universitarias de esta nueva especialidad denominada Criminología Ambiental. Sabemos así que en España se producen una cifra de entre 15 y 20 mil incendios anuales, el 40% de ellos en Galicia. Sus causas se catalogaron como: desconocida, el 36,17%; negligencias y accidentes el 28,94%; intencionados (con causantes identificados) el 23,64%; por rayos el 9,05% y otros el 2,18%. En aquel fatídico mes se detuvieron a 58 personas, 53 hombres y 5 mujeres, de las que 15 ingresaron en prisión preventiva, 30 quedaron en libertad con cargos, 7 en libertad, 3 pasaron a la fiscalía de menores y otros 3 ingresaron en centros psiquiátricos. Y se definieron como causas las imprudencias, rencillas familiares, venganza, alteraciones de la personalidad, abuso de alcohol y drogas, entre las más relevantes.

Estos días ya se están produciendo detenciones relacionadas con los incendios del fin de semana. Los cuerpos policiales, fiscales y jueces harán su trabajo y aplicarán la legislación penal vigente. Los antropólogos seguirán analizando el milenario apego a la cultura del fuego que tenemos en el noroeste. Los economistas cuantificarán los daños. Y los políticos discutirán sobre los sistemas de extinción y las hectáreas quemadas. Lo harán desde una óptica cortoplacista, electoralista, sin ánimo de profundizar en un auténtico Plan Forestal que devuelva el valor a los montes gallegos.


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