viernes, 6 de febrero de 2015

El comercio local tiene futuro

Cuadrante de reflexión
Publicado en Economía Digital, edición Galicia, el 6 de febrero de 2015

Los resultados del 2014 han sido positivos por primera vez desde el 2007. El comercio al por menor creció un 1% en España, haciendo el subcanal pequeñas cadenas un 1,6% y el de tiendas unilocalizadas un 0,2%. En Galicia el resultado fue de empate con el 2013, pero debemos ver en este resultado la ruptura de la serie negativa de los últimos años. Se trata, sin duda, de un buen resultado en un segmento, el del comercio minorista, que pesa un 5,3% del PIB, el mayor dentro del total comercio (12% del PIB). La hostelería, por su parte, supone el 7% del PIB.

Son muchos los factores que inciden en el comportamiento de este canal de ventas. Contribuyeron al resultado positivo la buena campaña navideña, la disminución de los precios (más rebajas, más promociones) el gran incremento del turismo (más consumidores con mayor poder de compra) y el aumento de la confianza de los consumidores. Todo esto ayudó a paliar algunas de las variables más negativas que soportaron los comerciantes, como las subidas de impuestos y costes de servicios básicos, la necesidad de ofertar precios más bajos (reducción de sus márgenes), y las adaptaciones de sus negocios a cambios necesarios como el uso de nuevas tecnologías, el pago de rentas actualizadas (en muchos casos) o las modificaciones derivadas de leyes y ordenanzas municipales (sanitarias, ruidos, ornato de fachadas...).

Pero es también relevante el cambio sustancial (que llegó para quedarse) en el comportamiento de compra del consumidor. La compra menos impulsiva, más racional y ajustada a las necesidades reales y a la capacidad de compra, se consolidó. De los análisis de compra, los estudios de campo y la revisión de los tickets, se deduce: “la cesta sustituyó al carro”, lo que favorece (y lo hará en mayor medida en el futuro) la compra en las tiendas cercanas, de proximidad, las incluidas en el epígrafe de unilocalizadas.

El comercio local, sumado a la hostelería tradicional, constituyen dos de los canales que presentan una relación comercial más sostenible, especialmente en las ciudades medianas o pequeñas, la inmensa mayoría de las españolas. Apostar por este tipo de comercio (junto a otras razones) es hacerlo también por fijar la población en los centros históricos y los barrios más poblados. Las ciudades que así lo hacen (Pontevedra es el caso más significativo en Galicia) no desplazan a su población a urbanizaciones alejadas que a su vez necesitan un gran número de desplazamientos en coche para acceder a centros comerciales o volver al casco histórico. Problemas residenciales, de tráfico, más espacios para aparcamientos, contaminación del aire y acústica, y mayor inversión de tiempo en hacer las compras, son evitables cuando en los centros de las ciudades y los barrios anexos, se mantiene la población residencial con todos los servicios que se necesitan a mano.

Es importante contar con un comercio local que ofrezca un servicio de alta calidad a turistas y visitantes; y que los mercados de abastos y tiendas tradicionales se continúen aprovisionando con productores locales. Mantener activos los negocios que inspiran confianza, permanentes, cercanos, amplía y complementa la oferta que proporcionan las grandes cadenas de distribución y los centros comerciales. Son una pieza clave de nuestra economía y de nuestro modo de vida.




1 comentario :

  1. Discrepo de lo expuesto en el último párrafo. Existe un exceso de soberbia y una autoindulgencia, cuando no grosería, que sobrepasa lo aceptable para un consumidor. Si una persona entra a preguntar por un producto, en este caso rejol automático (pvp 200 euros), del que no tienen noticia (quizás por lo novedoso) y una dependienta farfulla un comentario inapropiado (no está en la transacción, creo que no responde más que a su total falta de aptitud para el comercio. O cuando en una tienda especializada en tiras gráficas les solicitas información sobre un producto, te informan (con datos que ya conozco), toman tu pedido y anotan tu número de teléfono y quedan en avisarte (ha pasado año y medio), creo que no se puede culpar al entorno socio-económico, a los cambios gubernamentales y, si aún así vuelves (puro masoquismo) y escuchas una charla chanza sobre la emigración, mantenida por el fámulo con un amiguete que trabaja en Alemania, puede hasta resultar insultante, máxime si los que la sostienen son esa generación que estudió en Santiago (o estuvo allí), educados como príncipes, pero sin ser conscientes que puesto ya está ocupado. El aire de cologueo que se respira en el sector comercial, la familiaridad con la "gente del común", destrozan la imagen del comercio ferrolano, en mi humilde opinión.

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