domingo, 1 de febrero de 2015

Firmas

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 1 de febrero de 2015

Estamos en año electoral por lo que oiremos repetidamente la palabra participación. Los partidos políticos prometerán reformas para hacer las instituciones más participativas; es el caso del presidente de la Xunta, que promueve ahora una ley de participación en el Parlamento. O el de los que han hecho oposición, como el PSOE, que acusa a los gobernantes de no haber permitido la participación ciudadana en estos años y se acuerdan a última hora de volver a prometerla. También el de las nuevas formaciones políticas, caso de Podemos, que basa su modelo organizativo en una especie de estructura asamblearia participativa con el núcleo de actividad en los círculos de ciudadanos. En fin, escucharemos muchos modelos, algunas propuestas y, probablemente, pocos avances en esto de la participación de los ciudadanos.

En Ferrol los vecinos son muy conscientes de esto. Y también de que se cuenta con un reglamento de participación ciudadana y con la correspondiente concejalía del ramo. A pesar de ello y, tal vez por el escaso éxito de estos mecanismos legales, los ferrolanos demuestran estar especialmente sensibilizados ante los representantes políticos en los últimos años. El caso es que en la ciudad naval se ha asentado, más que en ninguna otra de las siete ciudades grandes de Galicia, la práctica de acompañar las propuestas con recogida de firmas. Pliegos de firmas con la finalidad de cambiar proyectos municipales: de los vecinos de Canido para pedir cambios en las obras; del Ateneo en defensa de su espacio, para no compartirlo con otras entidades; firmas contra el proyecto de reforma de la segunda fase del Hospicio; para que no se instalasen antenas de telefonía móvil en zonas históricas; contra el corte de tráfico en Irmandiños en vísperas de una campaña navideña; ante diferentes proyectos de remodelación de la plaza de España; e incluso se anuncian contra la ORE, aunque todavía no esté en vigor. Otras recogidas de firmas con un cariz más social: el caso de los vecinos de Ferrol Vello que solicitaron una reducción del IBI mientras el barrio estuviese en estado calamitoso; afiliados del sindicato CC.OO. para reclamar la readmisión de su abogado despedido; o de trabajadores de Navantia en apoyo a los operarios censurados por el CNI. O firmas que determinan una posición ante administraciones estatales: para pedir mejoras en el servicio y el mantenimiento de FEVE; para que el trazado del tren a Caneliñas no cruce sobre la ensenada de A Malata; o para conseguir el reconocimiento del Ferrol de la Ilustración como Patrimonio Mundial.

Es una forma de participación extendida, ampliamente utilizada por el tejido social y ciudadano de Ferrol. Válida como cualquier otra. De su eficacia hablaremos otro día.

No hay comentarios :

Publicar un comentario