domingo, 20 de julio de 2014

Fuentes condenadas

De guarisnais
Publicado en La Voz de Galicia, edición Ferrol, el 20 de julio de 2014

Lo hemos comprobado esta misma semana con la reconversión de una nueva fuente de la plaza de España en una vulgar, simple y discordante jardinera. A pesar de que en la presentación del enésimo proyecto de transformación de la plaza en un "maravilloso parque", la arquitecta-paisajista Isabel Aguirre y el alcalde prometieron hacer una concesión a la historia plantando cedros y colocando de nuevo alguna de las cuatro fuentes pequeñas que, instaladas de forma simétrica en los jardines laterales, formaron parte de la vida de los ferrolanos durante decenas de años. Pues no fue así. Colocaron dos fuentes pero solo pusieron una en funcionamiento y la otra, como recogió este periódico hace unos días, sufrió la humillación de quedarse sin agua y sin poder hacer su noble función. Otra más. Y es que esto se está convirtiendo ya en una nefasta costumbre del peor ferrolanismo.

Esta mala fortuna la tuvo ya la fuente de la Fama. De ser una fuente señorial, ilustrada, con sus cuatro caños y su pileta suministrando agua e higiene y salud delante de la puerta del Dique, sufrió un traslado para dejar su lugar al monumento de los caídos en África y, de paso, su mutilación, para transformarse en el monumento actual instalado en la puerta del Parque del Arsenal. Y la fuente del Obelisco de Churruca, también de cuatro caños, expulsada de la plaza de Armas y eliminados también sus surtidores de agua porque "el general Franco permitió que destruyesen aquella plaza, que instalasen en su costado norte uno de los edificios más horripilantes del mundo, piedra, rojo y pirulitos, y que llevasen a trasmano el obelisco del homenaje y del recuerdo", como dijo Torrente Ballester  (Dafne y ensueños) con su clarividencia eterna. Y la fuente de San Roque, que todavía conserva uno de los escudos más antiguos de Ferrol y tiene habitualmente su pileta llena de cualquier cosa menos de agua. Y recientemente estuvo en solfa la fuente de las ranitas, del muelle, porque era necesario ubicar, justo allí, una infraestructura de saneamiento. Afortunadamente la oposición seria, cabal, razonable y razonada de los vecinos hicieron cambiar de opinión a los técnicos y políticos responsables (valga la contradicción) de la obra, que han tenido que hacer un nuevo trazado y no tocarán a la fuente. Menos mal. 

Por eso, si alguien me pidiese consejo de en qué cosa tendría que "reencarnarse"  en Ferrol yo sin duda les recomendaría ser el palco del Cantón, una galería blanca con ventanas de guillotina, arroz con leche o una palmera de Amboage. Incluso, si me apuran, podrían ser lancha de Mugardos, canción de las Pepitas, cañón de la Cortina, fachada modernista de Ucha o campana de San Julián. Pero nunca, nunca, fuente. Tienen un futuro muy complicado. 

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